El Rioja

Bodegas FyA despliega su maturana tinta ante la hostelería riojana

La azotea de Bodegas FyA en Navarrete se ha vestido esta semana de gala para acoger la presentación de un vino que saldrá al mercado con un número limitado de botellas: maturana tinta. Más de cuatrocientos invitados, profesionales en su mayoría del sector hostelero de La Rioja, para vivir un maridaje musical y gastronómica con el atardecer sobre las viñas de las faldas de Moncalvillo.

La ‘fiesta de la maturana’ sirvió también para mostrar el proyecto enoturístico del complejo. Desde el jardín a pie de viña hasta la terraza en la azotea, pasando por el Museo de la Cerámica, la zona de elaboración con medio centenar de tinajas de envejecimiento y la nave de barricas.

El director gerente del Grupo Piérola, Carlos Bujanda, agradeció la asistencia a los profesionales poniendo en valor el esfuerzo de posicionar los vinos FyA en sus barras y establecimientos especializados. “Habéis venido desde bares de pueblo, tabernas, mesones, restaurantes estrellados, vinotecas… es un placer compartir el espacio con vosotros”, señaló, destacando que los pilares de Bodegas FyA son la innovación, la cultura y la sostenibilidad.

Bujanda indicó que su última apuesta se centra también en la promoción de la cultura y las tradiciones relacionadas con la cerámica y la alfarería de Navarrete (el museo cuenta con una exposición temporal y una colección permanente de unas 1.000 piezas históricas). “Una propuesta enoturística relevante y sostenible con una pata cultural mediante la recuperación de la tinaja de barro”.

A la vez, prosiguió el director gerente, se impulsa la elaboración de vinos en tinaja como se hacía ancestralmente, aprovechando el recurso de su nueva localización con la mejor materia prima existente. “Somos bodegueros y teníamos una espinita clavada: elaborar vinos más frescos y más jóvenes, afrutados y varietales”. Y es en Navarrete donde se cruza este elemento en el camino para hacer vinos “más modernos” sin perder el carácter placentero de los clásicos de Piérola.

“Los vinos jóvenes, antes, nos aportaban astringencia y viscosidad, por lo que no invitaban a bebérselos. Al trabajar la elaboración nos encontramos la tinaja de barro, que lleva con nosotros desde los fenicios, y desde el punto de vista enológico nos permite ensalzar los caracteres primarios sin perder la redondez”, añadió, reconociendo que por eso se han instalado junto a la sierra de Moncalvillo. “Un lugar con más pluviometría y frescura”.

Más allá del vino como elaboración, el proyecto enoturístico abierto en 2021 lo completa un hotel de cuatro estrellas, spa y gimnasio, wine bar, jardín a pie de viña y comedor gastronómico. En él se realizan visitas guiadas por la bodega y viñedo durante todos los días de la semana, al igual que hicieron los cuatrocientos invitados del pasado lunes, en una fiesta que también sirvió como homenaje a la hostelería. “Un reconocimiento a las personas que atienden a personas detrás de las barras y mostradores de toda La Rioja como valor de cercanía de la cultura del vino”.

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