Los guardias civiles que realizaron la inspección ocular en el patio de la casa en Entrena de Óscar P.R., presunto asesino de Javier Ovejas, cuyo cuerpo no ha aparecido, han declarado este jueves que encontraron sangre de la víctima junto a una “gran” mancha de aceite de motor “fresca”, que parecía vertida intencionadamente.
Estos agentes han declarado en la cuarta jornada del juicio con jurado que se celebra hasta el próximo lunes 27 en la Audiencia Provincial de La Rioja contra Óscar P.R., como presunto autor del asesinato en Entrena el 29 de julio de 2021 de Ovejas.
El Ministerio Fiscal reclama una pena de 22 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y otro año por tenencia de armas y una indemnización de 300.000 euros para la novia y la familia de la víctima, quien tenía 31 años.
Por su parte, las acusaciones particulares ejercidas por el padre y la pareja de Ovejas piden penas de 25 y 3 años, por los mismos delitos, y 100.000 euros de responsabilidad civil; y la defensa del procesado solicita su libre absolución.
Mancha reciente
Durante su declaración, estos agentes, que también recogieron muestras biológicas en el escenario del crimen del 6 al 10 de agosto de 2021, detectaron una mancha de aceite de motor “reciente” en la rampa del patio, de mayor tamaño a la que podría haber soltado un vehículo averiado. Han explicado que, junto a esta mancha, aparecieron los restos de sangre de Ovejas, pero no se pudo buscar nada más debajo del aceite.
Estos especialistas han precisado que no se logró determinar si la sangre se depositó en el suelo tras “proyecciones por salpicadura” o mediante transferencia por roce, como sí ocurrió en el asa del compresor, donde también había restos orgánicos del acusado.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Además, apareció sangre de la víctima dentro de una furgoneta -que presuntamente utilizó el acusado para trasladar el cadáver a otro lugar, según las acusaciones-, pero no se encontró ninguna muestra biológica suya en el interior de la vivienda.
Las armas y los casquillos
Los agentes que hicieron el informe de balística han indicado que en el suelo del patio de Entrena aparecieron 8 casquillos: 5 disparados desde el mismo arma, otros dos de dos armas diferentes y otro que no pudieron determinar.
Así, han agregado, tras analizarlos al microscopio, los 8 casquillos del calibre 22 procedían, al menos, de tres armas de fuego distintas, pero ninguna de ellas era compatible con las que tenía el acusado en su casa.
EFE/Raquel Manzanares
Han explicado que el calibre 22 es una munición muy común que se utiliza en el tiro olímpico y en la caza menor para abatir animales pequeños.
En el registro de la vivienda de Óscar P.R. aparecieron varias armas de fuego, como una escopeta de caza de calibre 32, una carabina de aire comprimido, un revólver, que era una réplica ornamental, y numerosos cartuchos de diferentes calibres.
Por otro lado, han agregado que no hay medios técnicos para determinar el momento preciso en el que fue disparada la munición que apareció en casa del acusado.
