Luis Lleyda, reconocido este sábado con la insignia de San Bernabé que concede el Ayuntamiento de Logroño, ha invitado a toda la sociedad a “trabajar por los demás”, porque “todas las vidas tienen sentido cuando se presta un servicio”.
Lleyda ha intervenido en el pleno del Ayuntamiento logroñés en el que el alcalde logroñés, Pablo Hermoso de Mendoza, ha entregado estas distinciones, tras escuchar la semblanza de su amigo Jesús Ángel Tomás.
“Para mí es como un hermano, un amigo del alma, un amigo de los buenos de verdad”, ha resaltado Tomás, quien, aparte de la etapa de Lleyda en Cáritas, ha destacado su trabajo en la oficina de la Seguridad Social, “donde era tan apreciado que todo el mundo quería que lo atendiera él”.
“En tono confidencial, tengo que confesar que he aprovechado alguna ocasión para decir que soy amigo suyo, con un poco de vanidad”, ha agregado. Lleyda (Tudelilla, 1943) fue director de Cáritas desde 2011 hasta 2019, responsable también en esta etapa de Proyecto Hombre y Fundación Cáritas Chavicar.
En su intervención, además de felicitar a los premiados en ediciones anteriores y a los de 2023, el editor Julián Lacalle y la periodista María Andrés, ha agradecido la presencia en este acto de José Andrés, el delegado diocesano en Cáritas, de quien recibió “mucho apoyo” y le enseñó muchas cosas. También ha mencionado a su sucesor en el cargo, Fernando Beltrán, presente en el acto, por hacerse cargo de la entidad en tiempo de pandemia.
“Cuando me llamó el alcalde para comunicarme la concesión de la insignia, no me lo creía, pensé que era una broma porque uno no está acostumbrado a que le llame personalmente el alcalde”, ha reconocido.
Esta distinción le hizo “mucha ilusión y alegría”, ha subrayado, pero pensó que “alguien lo merecía más”.
“Mi etapa en Cáritas me llenó desde mi condición de creyente. Agradezco a Dios haberme elegido para desarrollar esa etapa, que me produjo una felicidad interior, sincera, al prestar un servicio desinteresado a los demás”, ha relatado.
“Jesús se preocupó de los pobres y necesitados, pasó por la vida haciendo el bien, yo decidí: lo voy a intentar”, ha agregado Lleyda, quien ha dicho que ese trabajo al frente de Cáritas le llevó a cuestionarse su estilo de vida y su jerarquía de valores. Por ello, decidió poner su tiempo “a disposición de los demás, porque hay más alegría en dar, que en recibir” y “no hay trabajo en el mundo mejor pagado”.
“Esos años en Cáritas los he sentido como los más aprovechados de mi vida, he aprendido a ser solidario, salir de mi indiferencia y mi burbuja”, ha insistido. Por ello, ha invitado a los ciudadanos a “asumir esa responsabilidad, cada uno desde su puesto y situación personal”, porque “una utopía no es algo inalcazable, es algo difícil de conseguir, pero que exige el esfuerzo de todos”.
