Sergio Rodríguez no ha querido cargar contra Zourdine Thior. Ha preferido morderse la lengua. En sus ojos el reflejo de lo que está siendo una temporada demasiado larga, con muchos incendios y charcos que han afectado directamente a la imagen del club. “Sí, hay ganas de que acabe la temporada”, ha reconocido antes de ser preguntado acerca del último lío, las declaraciones del futbolista de Orio en el que acusaba directamente al club de no haberle defendido ante los supuestos insultos racistas recibidos por parte de algunos seguidores de la UD Logroñés. El técnico se remite “al comunicado” publicado por el club, aunque, eso sí, invita al jugador “a presentar pruebas si las tiene”. Asegura que “a nosotros en ningún momento nos comentó”. Porque “de haberlo hecho, evidentemente, hubiésemos hecho algo”.
No ha querido entrar a si Zourdine Thior ha actuado o no con oportunismo horas después de haber firmado su salida del club en un acto de conciliación que se celebró entre club y futbolista esta misma semana, para resolver el acto disciplinario que acabó el despido del jugador por la agresión que provocó en Urritxe. “Yo he compartido unos meses con él, y no me parece un mal chico, me parece un buen chico. Creo que es una situación que le ha superado, y ha surgido el asunto de Mestalla… No sé, es una pregunta que habría que hacerle a él”. Y la echado un último capote: “Pero da igual su motivación. Yo me centraría en qué podemos hacer todos para cambiar el ambiente tan nocivo que hay en los campos de fútbol“. Aunque remarca, “como club tenemos la conciencia muy tranquila, y todo está dicho en el comunicado que ha emitido la entidad”.
Aquí sí que ha entrado Sergio Rodríguez. “Sinceramente yo no llevaría a mis hijas ni a un partido de fútbol de cadetes“. Y se pregunta: “¿Es normal que pensemos que los niños no deben ir al fútbol por las cosas que se escuchan?”. Afirma que “es terrible, no solo lo que se dice, también lo que se escribe”. Pero el técnico tiene claro que “esos insultos retratan únicamente a quien los dice o los escribe”. Como hombre de fútbol entiende “la crítica”, pero no “el insulto”. Por supuesto no entiende el insulto de índole racista, pero tampoco todos los demás insultos que se escuchan en un campo de fútbol. “Se puede criticar, la crítica forma parte del deporte, es normal, pero hay personas que superan unos límites que sinceramente no me parecen normales”.
No acepta eso de que “como cobramos debemos aceptar los insultos. Eso es una milonga”. Reconoce que “esa forma de actuar es medieval”. Sabe perfectamente que “la afición de la Unión Deportiva Logroñés no es racista”. No oculta que “ha podido haber algún hecho puntual lamentable”, pero que “en ningún momento Thior nos lo hizo saber, de haberlo hecho hubiéramos actuado”.
