La Policía Local intervino el pasado sábado en un altercado que se produjo por la tarde en un partido de cadetes en el Mundial 82. Al finalizar el partido entre el Comillas y el Varea, un grupo de unas treinta personas del equipo local saltó al campo y comenzó a increpar a los jugadores del equipo contrario.
Estos, según ha informado el Ayuntamiento de Logroño, tuvieron que refugiarse hasta ser acompañados desde las instalaciones del campo de fútbol hasta sus vehículos por varias patrullas de Policía Local y de Policía Nacional.
En las redes sociales se habían denunciado estos hechos señalando que el ambiente “se fue poniendo cada vez más feo” después de un gol del Comillas por un presunto fuera de juego. “Había muchos amigos de los jugadores que estaban insultando y lanzando amenazas a los futbolistas azules”.
Al terminar el partido, reitera esta denuncia al igual que ha detallado el consistorio, esos jóvenes entraron al campo “a buscar la boca a los jugadores”. “Estaban totalmente fuera de sí y llegaron con unas formas bastante fuera de lugar para ser un partido de fútbol”.
“La Federación Riojana de Fútbol debería tomar cartas en el asunto y que no se vuelva a repetir esta imagen”, concluye este espectador. El presidente del Varea, Diego Aguado, ha explicado a NueveCuatroUno que fue una bronca entre los padres y que él mismo recriminó la actitud a las personas que estaban armando el follón.
De hecho, los responsables de los clubes acordaron que no hubiera entrega de trofeos sobre el césped para que no continuaran los problemas.
El Varea se siente “muy dañado”
A raíz de esta información -facilitada este martes por el Ayuntamiento de la capital riojana-, el Club Deportivo Varea ha emitido un comunicado en el que manifiesta “nuestra repulsa a todo acto de violencia en el deporte y fuera de él”. El escrito del club arlequinado pide disculpas “por la imagen que se dio entre los dos equipos acabado el encuentro” y traslada su “malestar” con los datos facilitados por la institución municipal.
La versión del Varea apunta que “acabado el partido es incierto que saltaran al campo treinta personas, sino que fueron muchas más, ya que allí se encontraban aficionados de los dos equipos: unos festejando la victoria y otros arropando a los que perdieron”. “Es cierto que hubo disputas sin llegar a más, pero no solo había aficionados del Varea increpando, como se ha querido reflejar”, añade.
El escrito del conjunto del este de la capital señala que “una vez llegada la policía, y con los chicos en los vestuarios, se encargaron de desalojar el campo y acompañar a los jugadores hasta los padres, que los esperaban en el aparcamiento y en ningún momento -salvo una disputa entre dos padres que no fue a mayores- se dieron mayores complicaciones”.
“Desalojado el recinto se acabó todo”, apunta el Varea, señalando que “no sabemos desde dónde se han intentado cambiar los hechos para que pareciera una batalla campal y solo por parte del Varea”; algo que “nos parece desmedido y totalmente imparcial, sintiéndonos muy dañados”.
Por ello, el club anuncia que “tomaremos las medidas oportunas con todo y todos los que se salgan de la realidad ocurrida”.
