La Rioja

Una ‘leyenda’ riojana en la corona de Carlos III

Tal vez hayas oído algo al respecto. El planeta mira este sábado hacia la abadía de Westminster, donde Carlos III y Camila se convertirán en rey y reina consorte, respectivamente, de Reino Unido. Una ceremonia seguida en riguroso directo por casi 300 millones de personas, que tendrá como momento estelar el instante en que al monarca le impongan una corona que esconde una ‘leyenda negra’ con referencias riojanas.

Un total de 2.901 piedras preciosas ornamentan la corona del Estado Imperial. Pero, de ellas, una acapara todas las miradas: el conocido como ‘rubí del príncipe negro’. Es una pieza de 170 quilates y más de cinco centímetros que, a título de curiosidad, no es un rubí sino una espinela. Y, como en tantas otras piezas que cruzan el Canal de la Mancha para acabar en poder de Reino Unido, no está exenta de su polémica histórica.

FOTO: Casa real británica.

Algunos especialistas apuntan que los ingleses robaron la joya durante un asalto al Monasterio de Santa María la Real, en Nájera; pero otros investigadores discrepan de esta versión. Uno de ellos, como apunta Martín Bianchi en el diario El País, es Pedro López de Ayala, que sitúa el origen de la llegada del ‘pedrusco’ a Reino Unido algo más al sur, en Granada.

Según sus pesquisas -recogidas en ‘Crónica de Don Pedro’-, Pedro I de Castilla (apodado, por lo que sea, ‘El Cruel’) mató y saqueó a Muhammad VI en la ciudad nazarí y, entre sus pertenencias, encontró “tres piedras balajes” del tamaño de un huevo de paloma; una de las cuales sería la espinela que lucirá este sábado por primera vez Carlos III.

En cambio, las investigaciones de López de Ayala vuelven a pasar por Nájera, ya que Pedro I tuvo que dar la joya a Eduardo de Woodstock -apodado ‘el príncipe negro’- en 1366, como pago por la ayuda que este le ofreció para sofocar una revuelta. Un año después, Woodstock derrotó al hermano de Pedro de Castilla en la batalla de Nájera y la gema llegó en sus manos a Inglaterra para no regresar jamás.

Representación del Reino de Nájera en las Crónicas Najerenses.

En los últimos doscientos años la corona que lucirá este sábado Carlos III se ha visto sometida a hasta una docena de modificaciones, principalmente destinadas a prevenir la tortícolis por su importante peso. En cambio, a ninguno de los responsables de esos cambios se les ha ocurrido jamás desprenderse de 170 quilates de historia que conducen, de uno u otro modo, a Nájera.

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