El Rioja

Una experiencia sensorial e inclusiva en 4D al abrigo de Villa Lucía

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“Conocer el vino es amarlo”, describen desde Villa Lucía, y ello implica disfrutarlo, saborearlo y divulgarlo. Este es el lema del complejo de Laguardia que aúna enoturismo, gastronomía y restauración con todo tipo de detalles.

Entre los protagonistas de este espacio se encuentra el primer museo del vino cien por cien inclusivo y con accesibilidad en lengua castellana a nivel internacional. Eso es ‘Villa Lucía con los cinco sentidos’, un centro temático que aborda la creación del vino desde sus orígenes a través de efectos audiovisuales, catas virtuales de aromas y colores, así como paneles didácticos. Herramientas de última generación, adaptadas a todas las necesidades y para todos los públicos para que el recorrido sea una experiencia dinámica y atractiva en torno a la cultura del vino.

“Se trata de que sea un recorrido cómodo que cualquiera pueda realizar independientemente de si tienen alguna discapacidad auditiva, visual o problemas de movilidad. De ahí que toda la información que aparece en los paneles a lo largo de la visita cuente con un código QR para descargarla en lenguaje de signos o con los subtítulos. También se han colocado unas chapas metálicas en el suelo como guía para las personas invidentes, mientras que los paneles están pensados para facilitar la lectura con contrastes legibles”, explica el director de Villa Lucía, Juanma Lavín.

Turistas durante la visita al Museo del Vino en Villa Lucía.

Así mismo, no faltan los elementos de estimulación sensorial a lo largo de la visita, como es adentrarse en el tino de madera e impregnarse de los olores simulados que desprende la maceración o en la sala de análisis para conocer los defectos del vino así como los diferentes olores primarios, secundarios y terciarios. Por si fuera poco, algunas de las maquetas distribuidas por la sala cuentan con una especie de periscopios para verlas a menor altura como puede ser en el caso de los más pequeños o personas en silla de ruedas.

La guinda del pastel a la visita enoturística la pone la proyección del cortometraje ‘En tierra de sueños’, la primera experiencia en 4D inclusiva y accesible a nivel universal en lengua castellana. Considerada “única en su género”, esta película se ha realizado técnicas de domótica más novedosas, efectos 4D, grabación aérea de imágenes reales en tres dimensiones y cámaras estereoscópicas de captura de movimiento, así como con un montaje que aúna la imagen real con la generada por el ordenador (animación) y con los efectos sensoriales, como son olores y ráfagas de viento. Colócate las gafas y empieza a disfrutar de la riqueza de la zona de Rioja Alavesa a través de los sentidos.

La proyección ofrece subtítulos y un intérprete en lengua de signos en castellano, además de un audio descripción para personas con discapacidad visual y bucle de inducción para personas con audífono. También se puede disfrutar también en euskera, inglés, francés, alemán y, recientemente, en ruso.

Turistas en la proyección de ‘En tierra de sueños’

Prueba de su atractivo son los más de 18 reconocimientos que esta experiencia acumula tanto a nivel nacional como internacional y desde diferentes ámbitos como son el cine, la tecnología en el mundo artístico o el turismo. Algunos de ellos son los obtenidos en festivales de Portugal, Varsovia, Nueva York, Berlín, Viena, Napa Valley, o como el ‘The Best of the Fest 3D Shorts’ en el 3D Film Festival de Hollywood. Más allá de los galardones a este proyecto, Villa Lucía ha sido reconocida por otras certificaciones como los Best of Wine Tourism Regional and International 2020 de la Great Wine Capital.

Y para completar la visita, el broche final corre a cargo de la gastronomía kilómetro 0. El Asador Restaurante Villa-Lucía es el primero de la DOCa Rioja acreditado y homologado por el movimiento internacional Slow Food y aquí el concepto gira en torno al disfrute total de los platos, cocinados con combustibles sostenibles como el carbón de coco, la madera de entresaca de encina y roble y las cepas y sarmientos.

Comedor en Villa Lucía.

Para no perderse ni un detalle de su elaboración, el asador se ve desde el comedor principal, todo con una ambientación vintage de industria bodeguera del primer tercio del siglo XX. Un servicio que, además, viene con descuento incluido, ya que si se reserva una mesa en el restaurante la visita enoturística al museo tiene un precio rebajado de 6,90 euros (el coste inicial es 9,90 euros). Y hablando de un lugar que lleva el vino por bandera, un buen enclave enoturístico no es nada sin su wine bar. Villa Lucía goza de tener más de 300 referencias de vino de Rioja, así como de otras denominaciones, aunque algunas de sus joyas con décadas de vida las esconde bajo tierra en sus botelleros y el cementerio.

El recorrido de este complejo turístico y gastronómico ha ido creciendo a lo largo de los años hasta aglutinar en su oferta un amplio abanico de actividades de diferente índole para adaptarse a todos los gustos, siempre dando cabida a todas las necesidades de sus visitantes. Así, Villa Lucía brinda la posibilidad de completar su programa de ocio con jornadas gastronómicas como es el proyecto Comecultura, que muestra un maridaje entre la gastronomía local y la cultura, todo combinado con el humor y la música en directo.

También se ofrecen sesiones de catas (también de uvas), jornadas y eventos ‘mice’ (para empresas), fiestas temáticas, conciertos, maridajes de vino con teatro y pintura, talleres de cocina y coctelería, actividades de pesca y tiro al plato y, por supuesto, su oferta de banquetes para bodas, comuniones y bautizos.

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