El Rioja

La cosecha en verde se ‘abre’ a los viticultores con “dudas y consultas”

La cosecha en verde se ‘abre’ a los viticultores

Los futuros racimos de uvas todavía asoman incipientes de entre los primeros pámpanos de la nueva cosecha, pero para estas fechas los viticultores de la región deben decidir si esos racimos irán al suelo o al cesto. Difícil elección para cualquier productor, más si cabe después del trabajo previo ya realizado y el dinero desembolsado.

El periodo para la presentación de las solicitudes de la ayuda de la cosecha en verde, financiada por el Fondo Europeo Agrícola de Garantía Agraria (FEAGA), se ha abierto este lunes y estará vigente hasta las 14:00 horas del próximo 2 de mayo, aunque algunas organizaciones profesionales agrarias de La Rioja han puesto la fecha tope en el 28 de abril para tramitarlas con tiempo. Así que por delante tienen dos semanas para determinar el devenir de sus viñas, aunque hay que recordar que el tiempo apremia porque, en igualdad de puntos a nivel nacional, tendrán prioridad en la concesión de las ayudas aquellas solicitudes que se hayan enviado antes.

En este primer día, sin embargo, han sido más las llamadas y citas para resolver dudas que las solicitudes en sí tramitadas: cómo hacer las solicitudes, qué viñas pueden entrar, los criterios de prioridad para la concurrencia nacional, la documentación que hay que presentar,… El escenario actual es más positivo que el de hace unos meses y es que se ha ampliado el precio medio a los 60 céntimos por kilo de uva tinta (49 céntimos para las blancas) para financiar la destrucción de uva para vinificación, siendo el importe máximo para la eliminación manual de 3.621,40 euros por hectárea para las tintas y 4.022,78 euros para blancas.

Esta única medida que se contempla actualmente en el programa de Intervención Social Vitivinícola (ISV) y que cuenta con una financiación de 15 millones de euros para todo el país, así que habrá quién se quede fuera del reparto. El sector ahora está echando cuentas para ver qué es lo que más le compensa en función de su situación, pero por el momento no son muchas las solicitudes tramitadas en este primer día de registro.

En las oficinas de ARAG-ASAJA han ejecutado ya varias solicitudes, pero la cosa avanza lento: “La gente lo esté madurando porque también tiene que hablarlo con su bodega, si es que cuenta con esa relación bodega-cliente. Todavía es prematuro para emitir un juicio de valor sobre la aceptación que tendrá esta medida porque la gente sigue viniendo con dudas mientras que otros ya acuden con las parcelas claras. Pero creo que es una medida interesante especialmente para aquellos que no tienen comprador y tienen dificultades para colocar la uva en esta campaña, aunque también están los que se preguntan qué va a pasar con su bodega si se deshacen este año de la uva. Así que hay una casuística infinita, casi tanta como viticultores”.

Y es que el importe percibido variará mucho en función de ese perfil. “En el caso de muchos viticultores de Rioja Alta, por ejemplo, es posible que el importe percibido sea inferior a esos 60 céntimos por la helada de 2017 que tuvo mayor incidencia en esa zona y cuya campaña se incluye a la hora de determinar el valor por hectárea de las ayudas”, señala esta organización agraria. Una situación que lamenta también la Asociación para la Vitivinicultura de La Rioja Alta (Avira) al reclamar unas medidas equitativas para que los viticultores de esta zona se acojan a las ayudas en igualdad de condiciones.

“Durante el día de hoy nos hemos dedicado a recopilar la documentación necesaria de los usuarios, algo que se complica y retrasa porque se ha de aportar la firma, no solo del agricultor, sino también del propietario o propietarios de la parcela porque son muchos los casos en los que estos agricultores cultivan también muchas viñas en arrendamiento”, añaden desde la UAGR-COAG.

La primera vez que se habilitaron las ayudas a la cosecha en verde en La Rioja fue en el 2020 con motivo de la crisis derivada de la pandemia y entonces se tramitaron 152 solicitudes para 827 hectáreas. Ahora las expectativas son positivas, o al menos “hay más interés a la hora de informarse”. Pero luego habrá que ver en qué queda todo. “Aunque se presenten más solicitudes, puede que haya renuncias tras la comunicación de la concesión de la ayuda, que se producirá antes del 30 de junio (habrá 10 días para renunciar a partir del día de publicación). Ya en 2020 hubo muchas renuncias una vez conocida la cantidad final de la ayuda”, explica la organización.

Pero hay más dudas sobre la mesa. “La incógnita ahora está en cuántas hectáreas se van a financiar con el presupuesto del Ministerio de Agricultura, algo que todavía se desconoce porque parece que el importe puede superar los 15 millones de euros de los que se hablaron previamente. Tampoco se sabe cuánto va a aportar el Gobierno de La Rioja para completar las ayudas a aquellos solicitantes que se queden fuera”, lanza Néstor Alcolea, de UPA La Rioja.

La organización también ha recibido este lunes sus primeras solicitudes registradas y para la próxima semana ya tiene cerradas varias reuniones para todos los días con socios que ya han decidido acogerse a esta ayuda. “Creo que la medida va a tener buena acogida entre los viticultores. La gentes está decidida aunque haya dudas de si meter una parcela u otra, incluso hay gente que ha solicitado toda la explotación si esta es de menos de 10 hectáreas”.

Fechas y requisitos

El Gobierno de La Rioja ya presentó en el BOR la orden con las bases reguladores para acogerse a estas ayudas y es que habrá viticultores y parcelas prioritarias a la hora de conceder las bonificaciones. Así, los requisitos que se fijan son los siguientes:

– Se debe presentar la documentación del solicitante y la del propietario de la parcela propuesta para realizar la cosecha en verde y también el listado de parcelas a solicitar.

– El importe a percibir dependerá del método de eliminación de racimos elegido, de la Superficie Vitícola Financiable y del rendimiento calculado por la Administración.

– Se deberán tirar al suelo, bien por medios manuales o mecánicos, todas las uvas de la parcela concedida antes del 16 de julio de 2023.

– La Administración seleccionará el menor rendimiento entre el solicitado, el esperado, los 6.500 kilos por hectáreas para tintas y los 9.000 kilos por hectárea para blancas, o el de la media de rendimientos de las cosechas de 2017, 2018 y 2019 aportadas por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja.

– Podrán solicitar la ayuda aquellos que figuren como cultivadores en el Registro de Viñedo (uva de vinificación) en el momento del inicio del plazo de solicitud, siendo la superficie mínima a solicitar de 0,30 hectáreas y la máxima de 10 hectáreas. Las parcelas, además, deberán estar plantada antes del 1 de agosto de 2019.

– El Ministerio de Agricultura elaborará el listado final de parcelas admisibles e informará a cada comunidad autónoma, antes del 15 junio, de las que pueden recibir la subvención. Habrá un plazo de 10 días para renunciar sin penalización alguna a dicha ayuda.

– La cosecha en verde deberá haberse realizado para el 15 de julio. A partir de ahí, se solicitará el pago de la ayuda, que podría materializarse para octubre.

– El beneficiario deberá cumplir las normas de condicionalidad reforzada.

– Tendrán prioridad: los jóvenes agricultores que no cumplan más de 40 años en el año de la solicitud, las Titularidades Compartidas, las variedades tintas frente a las blancas, el tempranillo frente a las otras variedades, las parcelas superiores a 0,60 hectáreas, la eliminación manual frente a la mecánica, los viñedos menores de 35 años. A igualdad de puntos tendrán prioridad las parcelas de mayor superficie.

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