El 97 por ciento de los niños de etnia gitana no consiguen el graduado escolar y solo el 1 por ciento consigue acabar la Secundaria, según datos facilitados este viernes por la Asociación de Promoción Gitana de La Rioja.
El director gerente de esta entidad, Enrique Jiménez Gabarri, ha ofrecido una rueda de prensa con motivo de la conmemoración del Día Internacional del Pueblo Gitano el pasado 8 de abril, junto a la trabajadora social de la asociación, Sonia Martínez, y la encargada del área de educación, Abigail Pedraza.
Martínez ha detallado que en La Rioja viven entre 8.000 y 9.000 personas de etnia gitana, y en la asociación atendieron el año de manera directa a 2.600, de las que 217 eran menores, y se realizaron un total de 3.700 intervenciones sociales.
Esta trabajadora social ha precisado que la crisis energética también ha afectado a la población gitana, que padece un “empobrecimiento total”, de modo que el 80 % recibe ayudas de sustento básico, como la renta ciudadanía o prestaciones no contributivas.
Ha constatado que la cuantía económica de estas ayudas “no es muy elevada, por lo que llegar a fin de mes seles complica mucho más” y, además, no han podido acceder a la ayuda de 200 euros del Gobierno de España porque uno de los requisitos es no cobrar el ingreso mínimo vital.
Respecto al ámbito educativo, se han atendido a 390 niños de 39 colegios riojanos, y según Pedraza, los gitanos que terminan estudios universitarios, como ella misma, o grados de FP “se pueden contar con los dedos de una mano”. Ha lamentado que no se pueda trabajar en el área de mediación escolar, por lo que el rango de acción es “muy limitado” y se limitan a intervenir en casos de absentismo y conductas disruptivas, “apagar fuegos, en definitiva”.
En este sentido, Jiménez Gabarri ha criticado que todas las intervenciones escolares con niños gitanos sean solo en casos de problemas, pero no se trabaje para favorecer el éxito escolar.
Por otro lado, la tasa de paro de la población gitana es del 52 por ciento, que en el caso de las mujeres se eleva hasta el 60 %, y la actividad laboral es mucho menor que en la población general, pero sin el graduado escolar las opciones son muy limitadas.
Ha explicado que “el único recurso que le queda al gitano es el trabajo autónomo con la venta ambulante”, por lo que ha agradecido el curso de formación realizado el año pasado, en el que participaron 14 personas, de los que 8 ya están en activo.
Respecto a la vivienda, el 80 por ciento no cumple los estándares de un alojamiento “digno” y más del 60 % no tiene calefacción.
El presidente de la Asociación de Promoción Gitana ha lamentado que solo hayan llegado 20.000 euros de fondos del Gobierno riojano durante el año pasado para su colectivo. “Tenía mucha ilusión (esta legislatura). Entendía que un Gobierno de progreso podría cambiar las cosas. En Valencia hay el mismo color político y se ha mejorado la atención al pueblo gitano en los últimos años”, ha opinado.
