El Rioja

Un riego a cuentagotas para unas viñas sedientas

Un riego a cuentagotas para unas viñas sedientas

Un viñedo regado en Rioja Oriental

Los viñedos de Rioja vienen acumulando sed desde hace meses y nada apunta que esta pueda ser saciada en las próximas semanas. Los pronósticos meteorológicos de la Aemet apenas anuncian algunos chubascos débiles este fin de semana y, de nuevo, sol y sequía. La brotación lleva más de una semana dejándose ver en muchas cepas de la denominación y es ahora uno de los momentos clave en los que la planta requiere de hidratación para seguir adelante, especialmente en viñedos jóvenes.

Sin embargo, las escasas precipitaciones durante el invierno, tanto líquidas como sólidas, no han dejado buenas reservas hídricas en el subsuelo contando con que las cepas vienen, además, de un 2022 extremadamente seco en el que tuvieron que armarse de valor para no desfallecer y traer su fruto. Pero los riegos de invierno han sido a cuenta gotas en una estrategia de ahorro de costes.

“Este año la gente está regando menos que otros inviernos por el desembolso que supone, ya que aquí mucha parte del agua se expulsa con gasoil y electricidad. Pero también es cierto que están primando el riego de las viñas frente al abonado porque el campo ya tiene reservas de años anteriores en los que se han echado muchos fertilizantes en busca de mayores producciones”, apunta Roberto, agricultor de Calahorra.

Desde Viñedos de Aldeanueva ya confirman que el agua arrojada este invierno a las viñas “ha sido mucho menor que la del año pasado”. Abel Torres insiste en que las cepas todavía tienen capacidad de aguante, pero la lluvia es necesaria y los próximos meses ya se presentan más secos. “Lo ideal sería que cayeran unos 60 u 80 litros porque estamos ante un año de contención de rendimientos y de gastos y por eso hemos restringido bastante el riego, destinándolo especialmente a las viñas con mayor necesidad como pueden ser las jóvenes. De momento estamos a la espera de ver cómo se presenta la primavera y actuar en consecuencia, pero tendremos que hacer un riego de apoyo seguro. Sin embargo, creo que el mayor esfuerzo económico habrá que hacerlo en cuanto al control de plagas para asegurar la buena calidad de la uva”.

Hay localidades en las que los regantes todavía no están autorizados a abrir las canillas, pero ya se atisba que en los próximos meses de cara al verano habrá limitaciones y un mayor control en esos riegos para la viña y demás cultivos.

Desde Bodegas Riojanas se está informando a los viticultores sobre las armas para proteger la vid más allá de ese riego. “Estamos potenciando el uso de cubiertas vegetales espontáneas como modo de preservar la biodiversidad de suelo y protegerlo de posibles lluvias torrenciales que lo erosionan. Pero hay que saber gestionarlas bien, personalizando cada parcela, para que no generen un daño en el cultivo, por eso es importante no sembrar gramíneas como la avena y el trigo que necesitan de agua, sino plantas con raíces más pequeñas que, ante escenarios de sequía, no van a suponer una competencia para la cepa porque se secarán antes”, explica Natalia Olarte desde la Dirección de I+D+i y Viticultura.

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