El Rioja

Un acuerdo “satisfactorio” para dinamizar las ventas de vino de Rioja

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Tras la celebración del Pleno del Consejo Regulador y la Interprofesional del Vino de Rioja para determinar las Normas de Campaña de cara a las dos próximas vendimias, el presidente Fernando Ezquerro ha valorado de manera “satisfactoria” las medidas aprobadas para reequilibrar el mercado de la denominación: reducción de rendimientos en campo para uvas tintas al 90 por ciento y de transformación en bodega al 69 por ciento.

Medidas con las que Ezquerro confía que Rioja vuelva a “tomar una velocidad importante de crucero en promoción para revitalizar la marca y dinamizar las ventas”. El presidente del Consejo Regulador de la DOCa ha remarcado la importancia de haber cerrado un acuerdo con ese 90 por ciento de los votos a favor: “Esto demuestra la preocupación que tiene también el sector y que hace que todos seamos mucho más versátiles y haya más empatía con lo que dicen otras organizaciones. Ha sido una mañana realmente productiva porque todo el sector está haciendo grandes esfuerzos y por primera vez ha habido empatización para intentar limar esa línea roja y llegar a acuerdos”.

Ezquerro ha aludido también a la rebaja en las cuotas de los viñedos viejos y centenarios, así como a los trabajos de diagnóstico de situación de la sostenibilidad en la DOCa Rioja para formular líneas de actuación, ya que este eje será clave en los próximos años. Por otro lado, se ha referido a la próxima puesta en funcionamiento de un estudio de las motivaciones y gustos del consumidor para satisfacer, de forma plena, las tendencias y gustos del mercado, así como diferentes acciones en el ámbito enoturístico.

Entre las posturas de las organizaciones agrarias, ARAG-ASAJA aplaude el acuerdo logrado, “tras intensas y duras negociaciones”, para que los esfuerzos para recuperar el equilibro entre la oferta y demanda de la DOCa Rioja “no recaigan solo en los viticultores, sino que las bodegas y cooperativas también hagan concesiones durante los próximos dos años”.

Para ARAG-ASAJA, el objetivo principal de este acuerdo, en un contexto de récord histórico de existencias en depósitos y barricas y unas ventas penalizadas por la inflación, ha sido recuperar la “rentabilidad de los viticultores cuanto antes”, ya que de no haberse firmado “estaríamos hablando de unos rendimientos amparados del cien por cien en campo y 70 por ciento en bodega”, entre otras cuestiones. Además, y a propuesta de la organización, este acuerdo será revisable si “la evolución de las ventas así como otros fenómenos climatológicos” favorecen que se consiga antes “el ansiado equilibrio entre la producción y las ventas”.

Por su parte,  la UAGR-COAG ha votado este lunes en contra de los rendimientos aprobados por el pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja porque “supondrán la entrada en bodega de más de 15 millones de kilos de uva para vino de mesa”. Roberto Salinas, representante de la Unión, ha explicado que “no se entiende esta permisividad en la producción de más uva destinada a vino de mesa, cuando por otro lado los viticultores tenemos que recortar nuestra producción para vino calificado como Rioja. El vino de mesa compite directamente con el amparado, pero es que además de él no se benefician todos los viticultores, ya que hay muchas bodegas que no permiten la entrada de ni un gramo de uva destinada a mesa”.

Por todo lo anterior, la UAGR-COAG alerta de las “graves” consecuencias que lo aprobado tendrá en el futuro: “Nosotros estábamos dispuestos a reducir un 90 por ciento nuestra producción si los elaboradores recortaban también la transformación por debajo del 70 por ciento, un 68 por ciento nos hubiera parecido adecuado, que es lo correspondiente al 10 por ciento de recorte en la viña. Pero la entrada de vino de mesa supone una línea roja que en la Unión no estamos dispuestos a traspasar”.

La organización agraria también lamenta la “falta de autocrítica de las organizaciones que dominan la Denominación”, al achacar exclusivamente a factores externos la actual situación excedentaria. “Las decisiones tomadas en las mesas del Consejo y de la Interprofesional por supuesto que han ayudado, de lo contrario no tendríamos tantos excedentes. Pero son muchos años ya con esfuerzo únicamente de los viticultores, sin reducción de la transformación uva/vino. Si durante las últimas cinco campañas se hubiera reducido tan solo un 1 por ciento el rendimiento de transformación de uva a vino, habría en el mercado 30 millones menos de litros de vino DOCa Rioja respecto a las existencias a enero de 2023”, han manifestado.

Para UPA La Rioja, este acuerdo de rendimientos “traiciona a los viticultores una vez más”. La organización agraria no apoya las medidas acordadas al considerar “van a desequilibrar todavía más la balanza de la DOCa Rioja, puesto que propicia una mayor entrada de vino amparado en relación a lo que se vende”. Un acuerdo, asegura, “que beneficia a unos pocos, mientras deja a muchos viticultores al borde del abismo, en manos de las posibles ayudas que ponga en marcha la administración”.

El sindicato apostaba por la vendimia en verde y la destilación como “medidas atractivas que favorezcan el equilibrio del sector, por lo que insiste en que “el Consejo debe tomar decisiones relevantes determinantes”. Así mismo, considera negativo que se siga aprobando la entrada de uva destinada exclusivamente a producir vino de mesa y que siga siendo factor de negociación. “Los esfuerzos en la reducción de rendimientos deberían ser más responsables. No se trata de un problema de ideas, sino de cifras. Este tipo de acuerdos son los que nos han conducido a esta situación, y son precisamente estos, los que no nos van a sacar de ella”, sentencia UPA.

Desde la rama elaboradora, la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) mantiene su preocupación. Aunque habrían aceptado la reducción en los rendimientos de producción y transformación acordada para uva tinta “en aras a un empuje a corto plazo”, y la destilación promovida por esta asociación atendiendo a la necesidad inmediata (30 millones de litros), “lo que ABRA no puede promover y facilitar es la generación de un problema mayor”. ABRA considera que “potenciar el crecimiento de vinos de mesa, sin origen, partiendo de la marca colectiva Rioja, generaría un problema aún más grande del actual, bajando el valor de nuestro producto, desposicionándolo y cerrándose el círculo con la pérdida de valor de la materia prima, la uva”.

“Además, continúa siendo insuficiente retener las nuevas plantaciones durante tres años. Se debe plantear también una paralización de las plantaciones sin fecha y trabajar la eliminación de hectáreas sin vocación vitícola, definiendo y dibujando un ámbito de protección real y del siglo XXI porque conseguir el reposicionamiento de la marca es prioritario. Aún no es tarde para poner remedio y equilibrar definitivamente el sector Rioja. ABRA seguirá trabajando por la mejora continuada de nuestras bodegas: proyectos personales arraigados al territorio”, remarcan.

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