El Consejo Regulador y la Organización Interprofesional del Vino de Rioja han celebrado este lunes una reunión histórica para determinar las Normas de Campaña que fijen el desarrollo de esta próxima vendimia y también la de 2024. Unas decisiones que han mantenido en vilo a todo el sector vitivinícola en un tira y afloja para solventar la crisis de ventas que sufre la región y que, finalmente, han llegado a un escenario que ya se veía venir: una reducción de los rendimientos de producción de uvas tintas al 90 por ciento, tal como reclamaban Grupo Rioja y las cooperativas de FECOAR, las organizaciones mayoritarias del pleno. En el caso de las uvas blancas se mantienen los rendimientos al cien por cien atendiendo a la actuación demanda del mercado.
Una cifra diferente a la defendida por las organizaciones agrarias ARAG-ASAJA, UAGR-COAG y UPA La Rioja, que planteaban reducir al máximo esos rendimientos en campo, es decir, a un 85 por ciento, al igual que Bodegas Familiares de Rioja. ABRA, en cambio, pretendía inmovilizar esa reducción de rendimientos y quedarse en el cien por cien. Eso sí, su drástica postura iba por arrancar el 10 por ciento de las viñas de Rioja plantas en los últimos diez años en aquellas zonas no aptas para su cultivo.
Pero, como viene siendo habitual, para llegar a acuerdos basta con el consenso de Grupo Rioja, FECOAR y ARAG-ASAJA. Así que la bajada en los rendimientos de transformación en bodega también ha llegado a las Normas de Campaña de las próximas vendimias con un 69 por ciento. Aunque no fuera una medida planteada por Grupo Rioja ni las cooperativas, la decisión se ha culminado dada la presión de ARAG-ASAJA y sus 34 votos, organización que venía reclamando un 68 por ciento para equilibrar los niveles de existencias de vino. No ha salido adelante el planteamiento de Bodegas Familiares de Rioja, UAGR-COAG y UPA La Rioja, quienes querían reducir al máximo los rendimientos de transformación en bodega (66 por ciento).
El resto de cartas de la baraja que se han expuesto sobre la mesa han sido la cosecha en verde para la que se apelación al apoyo de las comunidades autónomas, la bonificación del reinjerto a variedades blancas o variedades tintas minoritarias y la destilación de vino. En este sentido, el presidente del Consejo Regulador, Fernando Ezquerro, ha remarcado que la postura prioritaria va a ser apostar por la destilación de vino frente a la descalificación con el objetivo de destilar hasta 30 millones de litros anuales. Por ello se ha fijado una ayuda de 0,8 euros por litro para aquellas bodegas que decidan llevar a cabo esta actividad.
Esta negociación celebrada en el seno del Consejo Regulador ha contado con el 90 por ciento de los votos a favor, “aunque ha habido votos en contra, pero por primera vez se ha empatizado entre las organizaciones y esa línea Roja se ha matizado”, ha remarcado Ezquerro. Todo ello con el objetivo de actuar frente al nivel de existencias de vino que aguardan ahora en las bodegas y que ascienden a un total de 938 millones de litros.
En el centro de esta negociación también se ha encontrado ese cuatro por ciento adicional destinado a vino de mesa, y que en las anteriores campañas ascendía a un cinco por ciento. De igual forma se ha aprobado no solicitar el incremento de la masa vegetal para los próximos tres años.
