Casi un mes podrían reducirse las listas de espera de algunas especialidades con un simple gesto: descolgar el teléfono y anular la cita a la que no vamos a poder acudir. Y es que en 2022 se perdieron un total de 11.500 consultas en los hospitales riojanos o, lo que es lo mismo, una cifra casi idéntica a la de la programación de todo un mes.
A pesar de que los hospitales recuerdan a través de SMS o incluso llamadas telefónicas las citas, son un 7,47 por ciento las que terminan siendo fallidas, lo que provoca especialmente que otros pacientes no puedan aprovechar esos ‘huecos muertos’ con los que se encuentran los profesionales sanitarios casi a diario.
Podría parecer que uno de los motivos de estas citas fallidas son las largas listas de espera en determinadas especialidades, pero no es el principal motivo. Natividad Valladolid, responsable de Administración del Hospital San Pedro, lo explica. “En las especialidades en las que tenemos más lista de espera los porcentajes de citas fallidas son menores”, cuenta.
Aún así, recalca que en la mayoría de los casos no es una cuestión de mala fe: “En muchas ocasiones son despistes o que surgen circunstancias ese mismo día que le imposibilitan al paciente acudir y avisar”. Incluso son algunos los que avisan ese mismo día de que no van a poder acudir y en esos momentos ya es imposible reprogramar la cita.
FOTO: EFE/Raquel Manzanares.
Padecer en ese momento otras patologías también son algunos de los motivos que imposibilitan acudir a la cita o incluso tener síntomas compatibles con COVID. “Geriatría es una de las especialidades donde más porcentaje de citas fallidas hay”, aunque entiendie que son personas mayores que tienen en ese momento otra patología o no pueden acudir en el último momento.
En el otro lado se encuentra cirugía cardíaca, donde no se registró ni una sola cita fallida durante el pasado 2022 y oncología donde el porcentaje no llega al uno por ciento.
Los datos registrados en el pasado 2022 (más de 51 visitas perdidas al día teniendo en cuenta sólo los días laborables) son menores que los registrados hace seis años, antes de la pandemia. Entonces, en 2018, fueron 17.374 riojanos los que se saltaron la primera cita con su especialista (más de 77 visitas diarias). “Los avisos han hecho que se reduzcan estas citas fallidas y aunque sabemos que es sin mala fe estaría bien que, de poder ser, nos avisasen si no van a acudir a su cita a través de teléfono o de la propia aplicación de móvil donde se pueden anular las citas”.
En Atención Primaria, el fallo en Pediatría
Y si las relacionadas con los más mayores son las especialidades donde más citas se pierden en los hospitales, ocurre lo contrario en Atención Primaria. Los pediatras son los que más ven como sus pacientes fallan a sus citas.
“Esta pasando y preocupa”, dice Rafael Crespo, director médico de Atención Primaria. “Además se está dando en servicios en los que no hay demoras como es la pediatría”. El año pasado fueron 9.722 las citas de pediatría que se quedaron en el aire. Un porcentaje del 6,3 por ciento de las citas totales en esta especialidad.
Al parecer, el paso intermedio entre coger la cita y acudir a ella, en la mayoría de los casos es pasar por urgencias. “Entendemos que si el estado del paciente se complica, acudan al servicio, pero luego no cuesta nada anular la cita para poder llamar así a otro niño que está esperando”.
Reconoce Crespo que estas citas fallidas no son el principal factor por el que la Atención primaria tiene listas de espera, “pero también contribuye”. Así, son los centros de salud “más grande” como el Joaquín Elizalde, Labradores o el de Calahorra, los que sufren más este tipo de citas fallidas. “En 2022 de las 1.662.000 citas programadas en Atención Primaria, 36.147 no acudieron”.
