Nuevos focos de negocio se presentan entre los muros de Marqués de Murrieta. La histórica y reconocida bodega de La Rioja no se conforma con elaborar el mejor vino del mundo, tal como premió en 2020 la revista ‘Wine Spectator’ a Castillo Ygay 2010, ni tampoco con tener a la mejor enóloga del mundo, María Vargas, como autora de las creaciones tanto en Rioja como en Rías Baixas, con Pazo de Barrantes. El siguiente objetivo de su presidente, Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriaga, es transformar unos edificios centenarios de la casa para abrir un hotel con habitaciones de lujo.
Así lo ha dado a conocer el propietario de la firma en ‘El País‘, dejando ver que el enoturismo se sitúa así como la baza fuerte de Marqués de Murrieta para abordar nuevos proyectos, después de la reconstrucción del tradicional castillo de Ygay reconvertido en un museo y la reforma de la zona de elaboración y crianza de uno de los edificios industriales más antiguos de Europa. Más allá de los premios al esfuerzo, lo que evidencia el éxito de la bodega familiar (adquirida en 1983 por Vicente Cebrián y actualmente gestionada por su hijo) es que ocupa los “mercados de más alta exigencia”.
Para el presidente, el sector del vino “sufre de una gran polarización. Por un lado, están las marcas más exclusivas y, por otro, las bodegas que apuestan solo por el volumen. Lo que queda en medio de esos dos polos tiene poco recorrido”. Será por eso que sus ventas no se han visto afectadas en los últimos años, facturando 18,3 millones de euros en 2021 con un beneficio de 5,68 millones y aumentando un 25 por ciento sus ingresos en 2022. Pero no por el aumento en volumen de litros, si no por el aumento de precios, y todo eso a pesar de la subida de costes.
Y sin despegar la vista de nuevos horizontes que eleven, más si cabe, el nombre de Marqués de Murrieta, el presidente de la bodega ya tiene fijados otros próximos objetivos. Por un lado, ampliar el negocio de distribución de vinos de lujo, para el que ya han firmado un acuerdo de colaboración con la familia Cointreau para comercializar su champán Gosset en España de forma exclusiva. Y por otro lado, el ampliar infraestructuras. “Recibimos muchas propuestas para comprar otras bodegas”, reconoce Cebrián-Sagarriaga en la entrevista, aunque asegura que solo darán el paso “si surge un proyecto pequeño de máximo nivel, pero en cualquier caso no sería en blancos”, ya que ya cuentan con la bodega de Galicia para su albariño.
