La Rioja

Logroño se fija en Pontevedra: la ciudad deseada

Miguel Anxo Fernández, alcalde de Pontevedra, tomó hace más de dos décadas una decisión que cambió la vida de la ciudad y de sus vecinos: cerrar el centro histórico al tráfico. Ni un coche más aparcando en las plazas de la zona monumental. Después del casco antiguo, llegó el turno de reconquistar el centro urbano.

Este médico en la Alcaldía puso a los pontevedreses a andar, a disfrutar de las calles y de los espacios públicos que antes ocupaban los coches. En ello sigue y con ello ha conseguido ser referente no sólo en el ámbito regional, ni siquiera en el nacional, sino también en el internacional.

Su ejemplo es al que van dirigidos los cambios que está viviendo Logroño en los últimos años. Ciudades que caminan. Ciudades con calidad de vida, sentido de pertenencia… todo relacionado con la movilidad. Así lo ha explicado este martes en la jornada ‘Logroño en marcha: movilidad sostenible y salud’, organizado por NueveCuatroUno en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño.

“Las ciudades, las plazas y las calles deben ser espacios de convivencia. Hay que lograr restringir el tráfico al necesario para que la ciudad funcione y ese tráfico es mucho menos del que la gente piensa”, ha dicho el alcalde de la ciudad más premiada del mundo por su movilidad. Calles a 30 kilómetros por hora pero también a 10, para que el coche y el peatón convivan con tranquilidad en ellas. “Para todo ello es imprescindible contar con la colaboración de los ciudadanos y que vean las ventajas: conseguir la autonomía de los niños, los mayores, las personas con discapacidad”.

Foto: Riojapress/Fernando Diaz

Fijarse mucho en Pontevedra pero también en ciudades del entorno más cercano que han ido avanzando como Vitoria o Bilbao. “Logroño se había quedado rezagada en estos temas desde que se aprobó el plan de movilidad”, ha asegurado el concejal Jaime Caballero. “La ventaja que tenemos en Logroño de ir tarde en esta cuestión es que podemos copiar y lo que puede parecer marciano se viene haciendo durante tiempo en otras y vemos que funciona”, reconoce el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible.

La primera ventaja de que las ciudades sean como pretende  serLogroño es la reducción de los accidentes mortales. Desde que hace más de veinte años comenzase Pontevedra con la política de limitar el tráfico en las calles no ha habido fallecidos por atropellos. A Logroño aún le queda mucho por hacer. Veinte muertos en los últimos veinte años justificarían los cambios que necesita la ciudad.

Foto: Riojapress/Fernando Diaz

“Aunque siempre hay críticas ante este tipo de cambios, cuando la gente se da cuenta de la importancia de recuperar el espacio público desaparecen muchas críticas”, ha asegurado el alcalde gallego.

Los resultados son claros. Ausencia de muertos en vías urbanas pero también una importante mejora de la calidad del aire y crecimiento de la población. “Pontevedra ha ganado un 30 por ciento de habitantes en los últimos veinte años en un contexto en el que Galicia tiene una constante pérdida de habitantes”.

Y todo pasa por tener una ciudad en la que cualquier servicio esté a diez minutos de casa. “Para eso hay que hacer ciudades compactas, que crezcan en altura y no segregar espacios para usos determinados. Poder ir andando al cole y que las bicis estén integradas de forma natural en las vías” ha dicho Miguel Anxo Fernández poniendo el ejemplo de su ciudad: “En Pontevedra casi no hay carriles bicis en el centro porque la presencia de los coches es mínima y permite su circulación”.

El mayor reto de estas ciudades es amoldar situaciones para esos coches que necesitan pasar por ellas por motivos laborales. Para eso está la ‘última milla’. “Cuando una ciudad está libre de esos coches innecesarios, los que tienen que estar para crear riqueza no tienen ningún problema, nosotros tenemos un 30 por ciento de tráfico del que teníamos hace dos décadas y hay aparcamientos de quince minutos cerca de esos comercios a los que realmente hace falta ir en coche”.

Foto: Riojapress/Fernando Diaz

Unos aparcamientos que no solo son para profesionales. “También sirven para dejar al abuelo en su casa o ir a comprar una televisión o a dejar el edredón en la lavandería”. Más de mil plazas por toda la ciudad, “vitales para que la ciudad siga funcionando”.

Para Miguel Anxo Fernández todo ello redundará a futuro en una mejora sustancial en el comercio local. “Si es fácil moverse por una ciudad, nadie se va a un centro comercial, estas políticas se persiguen buscando mejorar ese comercio de proximidad y se consigue”. Ellos lo tienen ya cuantificado y merece la pena.

Subir