Gastronomía

Desayuno con estilo: el día grande (y IV)

El sábado es el día en el que los amantes del desayuno con la calma echan el resto. Hay que tener en cuenta que a buen seguro llevan toda la semana esperando que den las 10 de la mañana de un sábado cualquiera para acudir a la cita. A los amantes del desayuno lento les ha llegado su gran día. Ya está todo listo para recibirles y abrazarles con una propuesta que durante esta semana hemos observado como importante. En Logroño se desayuna bien entre semana, pero se saca matrícula durante el fin de semana.

Hemos descubierto tres formas de desayunar. A la carrera, que permite un simple café bebido y poco más. Porque en el desayuno, el lugar es importante, pero el tiempo que se dispone es lo que realmente marca la diferencia. Existe un segundo desayuno, el que debe resolverse en cinco o diez minutos. Entre semana se va con el tiempo justo pero se cuenta con el necesario para acompañar el café con algo dulce o salado.

En esta segunda modalidad se busca el bar de siempre, en el que camarero y cliente se conocen “de toda la vida”. El cortado y el bocatita antes de comenzar las labores del día. Con una simple mirada, la comanda está en marcha. Las monedas se llevan preparadas de casa, y aunque ya no se estila, se fía si algún día faltan algunos centimillos. El bar de confianza es la primera parada del día, un segundo hogar. Una feliz rutina.

Una de las propuestas que sirven en el Aromas y Semillas.

Y luego está el concepto definitivo, el ‘slow breakfast’. Que lo hemos importado de países en los que desayunan con el meñique hacia arriba. Cosa fina. Se buscan sabores ricos, pero también una experiencia. Como animales sociales, el desayuno con la calma ha establecido un nuevo horario para hacer planes diferentes. Porque el desayuno del sábado o del domingo además de tiempo requiere de la mejor compañía. Se va en familia, con la cuadrilla.

Se comparte el lugar en los grupos de Whatsapp, y se van apuntando los que dispongan de tiempo para visitar alguna de los templos del buen desayuno. Las recomendaciones han sido numerosas, variadas y enriquecedoras. En Logroño hay dónde elegir. Como el Aromas y Semillas. Es uno de los más visitados en la ciudad. Sábado y domingo concita el interés de los que buscan buenas tostadas o tortitas. Varios ejemplos: tostona con tomate recién troceado y jamón ibérico recién cortado; croissant de mantequilla a la plancha relleno de rúcula, queso fresco, jamón cocido y queso semicurado; o tostona con mozarrella de búfala templada, tomate, aguacate y albahaca.

Desayunar es un placer, un lujo al disponer de tiempo, y un buen regalo para compartirlo.

Subir