Con la intención de dinamizar y digitalizar el mundo del vino, JIG ha lanzado una plataforma web en la que el visitante puede vivir una experiencia totalmente innovadora de la bodega. Apostando, una vez más, por la tecnología en el sector enoturístico, la empresa pone a golpe de click la posibilidad de aprenderlo todo sobre la elaboración del vino.
La propuesta que ha lanzado JIG en formato web para los turistas incluye tanto la opción de realizar una cata digital individual como la de competir para ver quién es el visitante que más sabe de vino en un juego interactivo. La experiencia es muy sencilla de ejecutar y puede llevarse a cabo desde los propios dispositivos móviles de los visitantes.
La herramienta permite realizar catas de una manera novedosa, desde una página web con un formato elegante e intuitivo. En ella, los catadores podrán seleccionar el vino que estén degustando entre todos los productos disponibles. Antes de comenzar, la web incluye explicaciones visuales sobre las diferentes fases de la cata: vista, nariz y en boca. El visitante aprenderá a diferenciar las alternativas de colores del vino; los aromas principales, secundarios y terciarios, dependiendo si vienen de la uva, de su elaboración o del envejecimiento; y el sabor, diferenciando entre dulzor, acidez, tanino, alcohol, cuerpo e intensidad del sabor.
Tras incluir algunos datos personales para conocer al usuario, como el tipo de viaje que está realizando o sus preferencias en cuanto a Denominaciones de Origen, se realiza la cata del producto. En ella, la página propone cuatro preguntas diferentes en las que el degustador deberá escoger entre tres posibles respuestas. Los puntos, según los aciertos, se suman a cada perfil y, finalmente, se presenta un ranking entre los participantes.
Otra de las opciones que propone la web es un juego interactivo con el que averiguar quién es el visitante que más sabe de vino. La misión es ir avanzando por las diferentes pantallas y obtener el máximo de respuestas correctas posibles. Los participantes podrán concursar con preguntas como las siguientes: “¿Por qué decimos que el vino tiene corcho?” o “¿Cuál es el coupage clásico de Rioja?”.
Sumando la tecnología y la digitalización al sector del vino, los turistas podrán conocer más sobre la elaboración y el producto de una forma divertida y colaborativa. La experiencia del cliente mejora al incluir la gamificación y crea un mayor vínculo con las marcas al ampliar el conocimiento sobre ellas. La herramienta, además, permite la introducción de los datos de los productos, así como la recepción de información relativa a gustos y preferencias. De esta manera, ayuda a enriquecer las bases de datos de las bodegas de cara a diseñar campañas más dirigidas al cliente.
La empresa tecnológica JIG tiene como objetivo facilitar el trabajo de sus clientes desarrollando y proporcionando las mejores soluciones para la gestión de sus necesidades. En continuo movimiento, la compañía trabaja de forma creativa para innovar en la digitalización del vino y mejorar la experiencia entre las bodegas y el consumidor.
