La Rioja

La población riojana crece tras la pandemia: somos 319.796

La población riojana crece tras la pandemia: 319.796 habitantes

Con una tendencia de estabilización, los datos del INE sobre la población riojana arrojan números interesantes en los 174 municipios de la comunidad. En general la población aumenta con respecto al año anterior. Pasa de los 319.796 habitantes registrados el 1 de enero de 2021 a los 319.892 del 1 de enero de 2022. Apenas llega a cien habitantes más. Un crecimiento que aún así no logra paliar la pérdida de población que se registró en el primer año de pandemia.

Así, las tendencias de los últimos veinticinco años son claras. Si La Rioja crecía de forma considerable hasta 2012, cuando llegó a su máximo con 323.609 habitantes, desde ese momento la tendencia fue decreciendo hasta que en 2019 parecía volver a repuntar, tendencia al alza que se volvió a invertir con la pandemia.

"La consecuencia demográfica de la pandemia fue clara. Lamentablemente perdimos población por la alta mortalidad, pero también porque cambiaron muchos proyectos de vida", explica Sergio Andrés, profesor de Sociología en la Universidad de La Rioja.

El crecimiento de la década anterior, motivado especialmente por la llegada de inmigración, se frenó en seco a partir de 2013. "En los años anteriores La Rioja había crecido especialmente por la inmigración que llegaba en edad de tener hijos, pero ahora las tasas de natalidad en la población inmigrante también han disminuido", explica Andrés, quien alerta de que el problema no es tanto el crecimiento o no de la población sino el envejecimiento de la misma.

Si ponemos la lupa en la capital, el dato no es tan tranquilizador. Logroño ha perdido un total de 2.465 habitantes en los dos últimos años y a punto ha estado de bajar de los 150.000 habitantes ,algo que no pasa desde 2007. Algunos, sí, han pasado a engrosar los padrones de municipios del anillo metropolitano (Villamediana y especialmente Lardero siguen creciendo), pero la suma no da. "Quizás también hay que tener en cuenta que en pandemia mucha población se empadronó en lugares donde tenía una segunda residencia y no han vuelto a empadronarse en Logroño", valora el experto. Sea como fuere, Logroño es el municipio que más habitantes pierde en los dos últimos años en términos absolutos. "Es una tendencia que no sólo pasa aquí, sino que también sucede en muchas ciudades que ceden parte de su población a localidades muy cercanas que casi se solapan con la capital".

Caso de estudio es el de Lardero, que ha multiplicado su población por tres en los últimos 25 años pasando de no llegar a los cuatro mil habitantes a ser la quinta localidad más grande de La Rioja con 11.094 moradores. Situación similar se da en Villamediana, que sigue creciendo de forma sostenible y tiene en la actualidad 8.745 vecinos, cuatro veces más que hace 25 años. La consolidación del cinturón metropolitano en los últimos años es más que evidente según los datos registrados oficialmente.

Otra localidad que crece sin parar es Sojuela, que ha pasado en los últimos 25 años de 93 habitantes a 570 que tiene en la actualidad. "Es el efecto del campo de golf, aunque creo que las previsiones eran aún mayores en el inicio del proyecto", explica Andrés Cabello.

Si nos fijamos en los municipios de más de mil habitantes, el primer dato objetivo que encontramos es que son dos más que hace un año. San Vicente de la Sonsierra y Ribafrecha suooeran esa barrera, ambos siempre en la estrecha línea de esa cifra. De los treinta municipios que conforman los mayores de mil habitantes, siete pierden población, ninguno de ellos de forma alarmante. El resto crecen, pero tampoco con datos realmente significativos a excepción de Nalda, que pasa de los 1.057 a los 1.210 habitantes en los dos últimos años. Las cabeceras de comarca se mantienen en una estabilidad homogénea.

Calahorra suma 123 vecinos en los dos últimos años, un dato que sería poco destacable si la capital riojabajeña no viniese de una década de pérdida de población. Un total de 243 vecinos ha restado en total en los diez últimos años, a pesar del crecimiento de los dos últimos ejercicios. "Hay que estar muy atentos con los que puede pasar en Calahorra", asegura Sergio Andrés. "Proyectos como los de la Ciudad del Envase pueden impulsar un crecimiento de la población, pero no siempre es así; la facilidad de movilidad hace que mucha gente prefiera desplazarse para trabajar y seguir viviendo donde realmente tiene arraigo, que es tan importante en estos temas".

Arnedo se mantiene en esa delgada línea de los 15.000 habitantes. Los superó en 2020, bajo del límite en 2021 y vuelve a sobrepasar la cifra en 2021. "La situación de Arnedo es curiosa porque es un municipio con una actividad social, cultural y laboral muy activa pero sigue en tendencia de estabilización", comenta el sociólogo. Más pesimista es con la situación de Alfaro, que a pesar de ganar población en los dos últimos años su tendencia es descendente. Nada comparable a Cervera, que ha perdido mas de mil habitantes en los últimos 25 años y es la cabecera de comarca que más población sigue descontando en los dos últimos años. Tampoco la situación es sencilla para otros municipios como Santo Domingo de la Calzada o Nájera, donde el patrón de la industria del mueble ha sido determinante para la pérdida de población.

Mientras, los municipios más pequeños siguen en una tendencia de estabilización. "Aunque hay otros de mediano tamaño que pierden constantemente población y lo que es aún más preocupante envejecimiento general de sus vecinos", detalla el Sergio Andrés.

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