El Rioja

Aldeanueva descorcha las primeras: “Miedo inicial y sorpresa final”

Aldeanueva, punta de lanza para los ‘riojas’ del 2022

Con caras de cansancio, en general, después de una vendimia larga y complicada, el mundo del vino no para. Una vez terminada, llega el momento de probar los primeros vinos del 2022. Y no podía ser en otro sitio que en Aldeanueva de Ebro, donde primero se inició la vendimia, donde los vinos se cuentan por bodegas y donde trece de ellas han presentado esta tarde sus nuevas creaciones. Vinos decididos en una campaña en la que se han tenido que tomar decenas de decisiones, en la que se ha ido reaprendiendo paso a paso.

Bodegueros, sumillers, enólogos, amigos del vino. Casi un centenar de personas se han dado cita en la sala Entreviñas, que en formato reducido (más acogedor que nunca) les ha recibido para que, tras una breve presentación, pudiesen degustar lo mejor de lo que ha salido este año de las uvas de uno de los municipios con más sabor a Rioja.

Ya lo ha comentado el alcalde de la localidad, Ángel Fernández, en sus primeras palabras. “Luego dirán eso de que la viticultura aquí no tiene tradición, pero…”. Y enseñando un pergamino de 1564 ha mostrado que de entonces datan los primeros escritos acreditados sobre plantación de uvas en el municipio. Después de alabar el trabajo hecho este atípico año por los viticultores aldeanos, ha dado la voz a José Ramón Jiménez, educador en vinos que ha aprovechado para dar las claves de lo que ha sido una añada incierta que está dando muchas sorpresas, y casi todas positivas.

“La falta de lluvias ha traído sin duda sanidad en la uva, pero es que además la reducción de la cosecha no ha sido tanto como se podía esperar en un principio”, ha añadido, destacando los 410 millones kilos de uva recogidos en toda la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja. “En Rioja Alavesa, uno de los problemas ha sido que la uva blanca y la tinta han entrado casi a la vez. Están fermentando casi a la vez, lo que está suponiendo un trabajo extra especialmente para las bodegas pequeñas”.

Aún así, con lo que se está viendo estos días, se podrá hablar seguramente de equilibrio .”Aunque se podía esperar poca acidez, pocos se quejan de eso”. Y es que ha recordado el dicho que asegura que “añada sin lluvia siempre ha sido buena”. La constante en todas partes ha sido el tremendo trabajo realizado en los viñedos. Sin parar desde primeros de agosto. Muestreos, primeras recogidas, parar, volver a arrancar… “Algunos me comentan que han contratado a gente en los meses anteriores del verano para ir haciendo muestreos semanales”.

En un año en el que era difícil saber qué iba a pasar al día siguiente, con ola tras ola de calor, en Rioja Oriental, ya con algunos vinos con la maloláctica completada y otros a punto de hacerlo, la frase que lo resume todo para José Ramón Jiménez ha sido “miedo inicial y sorpresa final”. Y es que la viña siempre sorprende. “Es más resistente de lo que puede parecer y están saliendo vinos muy equilibrados, con mucha estructura aunque no sean los más propicios para guardar durante mucho tiempo”.

Jugando con las palabras, los aromas y los sabores, ha llegado el momento cumbre de la cita aldeana con la apertura de las primeras botellas de este Rioja 2022. Tempranillos blancos muy sorprendentes, tintos con cuerpo, garnachas espectaculares y maturanas deliciosas. Un momento para además poner en común todo lo que se ha sufrido y disfrutado (casi a partes iguales) este año, de compartir lo aprendido con unas viñas de las que se esperaba (teniendo en cuenta la extrema climatología del verano) mucho menos, de hacer balance de una campaña en la que la toma de decisiones ha sido casi a una por minuto.

Una vez que la vendimia ha terminado llega el momento de abrir las botellas, disfrutarlas y sobretodo venderlas. “Esa será otra historia”, han comentado algunos en los corrillos de caras cansadas tras una vendimia en la que no se ha parado de aprender.

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