La ciclista profesional Sheyla Gutiérrez y Juan Ramón Calvo, miembro de la asociación DarDar, continúan su reto contra la ELA con la expedición ‘HimELAya-Grito de Vida’. Su objetivo, llevar a Mikel, que padece esta enfermedad, al campo base del monte Everest (5.368 metros). Con este viaje se cerrará un proyecto mucho más amplio, que ha repetido la misma acción en lugares como la Antártida, el Teide, el Urriellu en Picos de Europa y Bruselas. El propósito siempre es el mismo: divulgar la ELA y el derecho de los pacientes a vivir con dignidad mediante avances de una dolencia incurable y sin tratamiento específico.
Después de viajar hasta Katmandú, la expedición ha comenzado el trekking hacia la meta final. Por el momento, se encuentran a 4.400 metros de altitud, en dirección a Dingboche (4.530 metros). En unas altitudes tan altas, la aclimatación es fundamental. Por ello, el grupo permanecerá un día más en Dingboche y subirá hasta los 4.900 metros. Ya queda menos para que Mikel, de la asociación ‘Saca la lengua a la ELA’, alcance la base de la montaña más alta del mundo. En el día 6, el equipo ha realizado 7 kilómetros, en 3 horas y media de ejercicio y 500 metros de desnivel. Los números no son lo más importante, sí el hecho de que la meta esté más cerca.
En un vídeo difundido por la propia asociación, Sheyla Gutiérrez se ha mostrado exultante en su misión de escoltar a Mikel: “Esta experiencia está siendo la mejor de mi vida, estamos en un paraíso, como la canción que le gusta a Mikel. Acompañarlo con este equipo está siendo increíble. Es una persona que no se rinde, que nunca dice que no puede. Siempre dice que él sabe lo que es sufrir y que todavía no está sufriendo. Estamos a 4.400 metros, a mí me falta el aire y es impresionante y súper emocionante tener una persona con su fuerza y sus valores”.
Atravesando unos paisajes sin parangón en el planeta y con vistas hacia los ochomiles nevados, Juanra Calvo valora el poder de esta iniciativa: “Acciones como estas han hecho que en la Comunidad Autónoma de La Rioja, donde no existía ninguna asociación contra el ELA, se haya creado Vencela”. Desde el pleno corazón del Himalaya, no se ha olvidado de mandar también un saludo hacia la asociación y la tierra: “¡Viva Vencela y viva La Rioja”. El proyecto cuenta con el gran apoyo y el patrocinio del Gobierno de La Rioja.
El propio Mikel, protagonista máximo de la expedición, ha dejado también un mensaje: “Se están portando fenomenal conmigo. En la autonomía hay buena gente y buen vino”. Y así, entre plantas, fauna salvaje y un entorno paradisíaco; avanza este grito contra la ELA. Un grito en el que juega toda la sociedad y que solo puede tener un destino: lograr que los enfermos tengan una vida digna.
