La Rioja

La Rioja recuperó 1.474 toneladas de aceite usado en 2021

El Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados (SIGAUS) atendió en 2021 a unos 600 establecimientos generadores de aceites usados, principalmente talleres mecánicos, distribuidos por 63 municipios riojanos, en los que se recuperaron 1.474 toneladas.

Según ha informado este organismo en un comunicado, tras su recogida y tratamiento, el aceite usado se devuelve al mercado como nuevos lubricantes o combustible, lo que hizo posible evitar la emisión de más de 600 toneladas de CO2 y ahorrar 10 GWh de energía.

Destacan que, gracias al sistema logístico puesto en marcha por SIGAUS, se recuperaron el pasado año 731 toneladas de aceite usado en 48 municipios rurales riojanos, otras 14 toneladas en municipios de montaña y 97 toneladas en municipios de menos de 1.000 habitantes.

Entre esos municipios destaca la recogida de 12 toneladas de aceite usado en el entorno de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Jubera, Leza, Cidacos y Alhama. En el mismo sentido también fue destacable la recogida del aceite usado en el entorno de recursos hídricos, como ríos, embalses o lagos; solo junto a los cauces de los ríos Tirón Alhama se recogieron seis toneladas.

Una vez recogido, el aceite usado fue trasladado a centros de transferencia para su análisis y eliminación de posibles impropios, proceso que una vez completado resultó en una cantidad neta de aceites usados de 944 toneladas, volumen finalmente tratado para obtener nuevos productos.

De esta cantidad, la práctica totalidad del residuo, 803 toneladas, fueron destinadas a regeneración para obtener nuevas bases lubricantes del aceite usado; así gracias al residuo regenerado en La Rioja durante el pasado año fue posible producir más de 500 toneladas de nuevos lubricantes y ahorrar más de 230.000 barriles de petróleo, en comparación a si esos lubricantes se hubiesen producido a partir del refino del crudo. Además, el aceite usado regenerado también permitió evitar la emisión de más de 500 toneladas de CO2 a la atmósfera, y el gasto de 10 GWh de energía.

El resto del aceite usado no regenerado fue valorizado energéticamente mediante otro tratamiento que permite transformar el residuo en un combustible de uso industrial que suele usarse en hornos de cementeras, papeleras o en centrales térmicas de generación eléctrica, minimizando así el uso del fuel óleo o de otros combustibles provenientes del petróleo.

Este tratamiento también reportó diversos beneficios al entorno, ya que gracias al aceite usado valorizado energéticamente en La Rioja (140 toneladas) fue posible evitar la emisión de 77 toneladas de CO2 a la atmósfera y ahorrar 0,1 GWh de energía, concluye el comunicado.

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