Pilar Mazo
Portar a hombros un paso religioso en procesión “no solo es cosa de hombres, las mujeres también somos fuertes y podemos con todo lo que nos echen”.
Así de contundente se ha mostrado este domingo Verónica Jiménez, de la Cofradía de la Santa Cruz de los Hermanos Maristas, de Logroño, antes de la salida, en procesión, del paso de Nuestra Señora del Rosario, que custodia esta Cofradía y que es portado a hombros sobre andas, exclusivamente, por mujeres.
Profesora de Maristas, Jiménez ha explicado a Efe es la primera vez que participa en esta procesión, que se celebra el domingo más próximo al 7 de octubre, con motivo de la festividad del Rosario, y que protagoniza esta Cofradía logroñesa.
Ha reconocido que “siempre le había apetecido formar parte de esta Cofradía”, al ser profesora de Maristas, pero no lo había hecho hasta este año por razones de compaginar su vida laboral y familiar, y el pasado Martes Santo de la Semana Santa, sacó el paso en procesión, junto al resto de mujeres portadoras.
Foto: EFE/ Raquel Manzanares
Cada Martes Santo, esta Cofradía procesiona, junto al paso de la Virgen del Rosario, la imagen del Stabat Mater, en este último caso, por hombres. “Me gustó mucho; fue una sensación de querer repetir; dije: tengo que seguir y aquí estoy de nuevo, contenta de portar un paso muy bonito”, en esta ocasión, la Virgen del Rosario engalanada con un nuevo manto, donado por un miembro de la Cofradía, que, junto a su banda de tambores, se ha procesionado en la zona de Cascajos.
El buen tiempo ha animado a numerosos feligreses a salir a la calle y presenciar la procesión, que ha iniciado su recorrido desde la esplanada de la Iglesia de la Viña, tras la bendición de su párroco y en presencia de autoridades.
Jiménez ha destacado la complicidad que se genera entre las portadoras del paso de la Virgen del Rosario, al que en esta procesión de octubre se incorporan mujeres de otras cofradías, por la devoción que se tiene a esta Virgen, aunque este año, por primera vez, todas lo han llevado con la misma vestimenta: pantalón negro, camisa blanca y medalla de sus cofradías, para dar sensación de uniformidad. Ha valorado la incorporación de la mujer a las cofradías de la Semana Santa, como “una forma muy positiva” de abrirse un paso en la sociedad, y, en este caso, “no solo tocando el tambor y procesionando, sino cargando una imagen”.
Foto: EFE/ Raquel Manzanares
Ana Hierro, quien no se estrena en esta procesión de octubre, pero sí como “mazo” o guía del paso de la imagen de la Virgen del Rosario, también ha destacado a Efe la presencia femenina en la Cofradía de la Santa Cruz, en la que “las mujeres tenemos nuestro espacio y un sentimiento de unidad la Virgen del Rosario”.
“Somos una piña y vamos todas a una”, ha recalcado esta mujer cofrade, al tiempo que ha calificado de acertada la decisión de que todas las mujeres portadoras lleven este año la misma vestimenta, ya que en anteriores ocasiones de esta festividad de octubre, vestían el hábito de sus respectivas cofradías.
Es ya “un uniforme que tenemos para próximas procesiones”, ha relatado esta joven cofrade, quien, junto al hermano mayor, Enrique Guerrero, han valorado que la procesión haya ampliado su recorrido en este barrio de la ciudad, en el que se ubica el Colegio de Maristas, como forma de integrar la procesión entre los vecinos de la zona.
Foto: EFE/ Raquel Manzanares
La razón de que este paso lo porten exclusivamente mujeres se remonta al momento en el que el Ayuntamiento de Logroño cedió a la cofradía el paso del Encuentro, que es “muy pesado” y que portan exclusivamente unos cincuenta varones cofrades, ha indicado Guerrero.
Sobre el paso de la Virgen del Rosario, ha detallado que es obra del escultor andaluz Manuel Madroñal Isorna, y es una imagen de vestir realizada en madera de cedro policromada y pintada al óleo, de la que destaca la suavidad del trazo y la dulzura que desprende su rostro, junto a los ricos ropajes y joyería que la adornan. El manto que viste cambia según la época litúrgica del año, ha indicado el hermano mayor de la Cofradía, creada en 1990 y que incorporó este paso en 2008.
Con ello, cumplió su deseo de contar con uno dedicado en exclusiva a la Virgen por el carácter marista, aunque en esta procesión ha estrenado un nuevo manto, blanco bordado, donado por un cofrade.
