Cultura y Sociedad

Agentes culturales: la creación artística requiere de ritmos no acelerados

Pilar Mazo

La creación artística requiere de tiempos lentos, que las grandes ciudades no siempre dan, lo que explica la descentralización de la cultura a los espacios rurales, con artistas que huyen de las urbes en búsqueda de planteamientos y ritmos no tan acelerados.

Es una de las reflexiones expuestas en el I Foro Profesional sobre Creación Artística como Impulsora del Medio Rural, que concluye este fin de semana en La Rioja, y que ha reunido a destacados gestores culturales, que han impulsado, con éxito, proyectos, y han intercambiado experiencias sobre lo rural y el arte contemporáneo.

Uno de estos agentes es la Fundación Cerezales Antonino y Cinnia (FCAYC), situada en Cerezales del Condado, a 30 kilómetros de León, cuya responsable de Educación y Programas, Ana Andrés, ha explicado a Efe que “existe una tendencia creciente de creadores, con una cierta posición social y artística, que deciden asentarse en espacios rurales porque no les gustan sus ritmos y los planteamientos acelerados de las urbes”.

Entre otras razones, porque “la creación requiere de tiempos lentos, que las ciudades no siempre dan”, lo que ha constatado en toda su trayectoria la FCAYC, una institución privada, orientada al desarrollo del territorio y transferencia de conocimiento a la sociedad mediante la producción cultural y la etnoeducación, ha relatado.

Andrés, quien desde 2010 combina su actividad profesional, como Licenciada en Bellas Artes, con contrabajos para el Museo Thyssen y el Museo del Prado, entre otras instituciones culturales, ha valorado la visibilidad, cada vez mayor, de la creación artística en el ámbito rural como antídoto a la denominada España Vaciada, lo que, según ha indicado, ha quedado demostrado en este Foro.

La cultura, ha dicho, siempre ha sido un fenómeno de dinamizar a la población, no solo en las grandes ciudades, sino en el ámbito rural, donde tiende a llamar a otras personas que deciden abandonar la ciudad y conformar su vida en los pueblos.

A este respecto, ha asegurado que en este Foro nacional ha quedado demostrado que “la cultura contemporánea en el espacio rural se ha convertido en un fenómeno que cada día va a más”.

Es una realidad, ha recalcado, que se plasma también en la trayectoria de FCAYC, creada en 2008 en unas antiguas escuelas de Cerezales del Condado, donde este espacio cultural dinamiza a la población de todo el entorno de la zona.

“Se está avanzando mucho en descentralizar el arte de las grandes ciudades a los espacios rurales” y, prueba de ello, ha añadido, también hay fundaciones y grandes coleccionistas que deciden que sus piezas debe conservarse en sus lugares de origen y se descentralicen.

Ha recalcado que “no todo tiene que estar necesariamente centralizado en dos, tres o cuatro capitales, sino que hay un valor añadido en los espacios rurales, con otras formas de vivir igual de válidas que en las ciudades”, lo que cree que cada vez se visibiliza más en España.

Fundación Botín, en Santander (Cantabria); el Museo Würth, en Agoncillo (La Rioja), o la Fundación Vicente Marín, en Bretún (Soria) son algunos de estos ejemplos de entidades culturales fuera de las grandes ciudades.

Por la trayectoria de la FCAYC, Andrés ha valorado que existe también una demanda de gestores culturales en los ámbitos rurales, quienes “también tenemos la sensación de que es precisa una infraestructura en los pueblos, que la cultura no cubre, y que pasa por la mejora de los servicios, que permiten el asentamiento de la población en las áreas rurales”.

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