Los planes de 941

Peroblasco recupera este sábado su reivindicativa ‘Fiesta del Humo’

La aldea riojana de Peroblasco recupera el próximo sábado, 30 de julio, su colorista ‘Fiesta del Humo’, que en su 32ª edición vuelve a reclamar la construcción de un local público en el solar de la iglesia para que puedan reunirse sus vecinos.

El portavoz de la asociación vecinal, Jesús Ateca, ha detallado este miércoles a Efe que, tras dos años de parón por la pandemia, el humo de colores volverá a salir de las chimeneas de la treintena de casas de este pequeño pueblo, encajado en un meandro del río Cidacos.

“Hace 30 años, Peroblasco estaba absolutamente abandonado, pero gracias al esfuerzo y al trabajo de los vecinos se ha conseguido que haya una decena de casas habitadas durante todo el año”, ha asegurado Ateca.

La ‘Fiesta del Humo’ surgió como una manera de reivindicar mejores servicios en un pueblo en el que había vida, ha recordado, pero más de tres décadas después los vecinos no han conseguido una de las peticiones más básicas para cualquier localidad, que es tener un sitio en el que reunirse.

“Solo queremos un pequeño espacio de unos 40 metros cuadrados. No supone una gran inversión si se tiene en cuenta los miles de euros que se dedican a otras actuaciones”, ha recalcado. A su juicio, Peroblasco es “el único pueblo de toda La Rioja que carece un local público para sus vecinos” y esto se debe a la “indiferencia” por parte de todas las administraciones públicas.

“No se entiende esa desidia gubernamental”, que achaca tanto al Gobierno riojano como al Ayuntamiento de Munilla -del que depende la aldea-, ya que no cuadra con el discurso de defensa del medio rural y la dotación de servicios públicos para asentar la población, ha agregado. También ha demandado una mejor conservación del puente medieval, que “es el único acceso” para llegar hasta Peroblasco, “una joya de pueblo empedrado que se debería cuidar más”.

Las actividades festivas comenzarán el viernes por la noche y, durante todo el fin de semana, también habrá concurso de tortillas de patatas y pinchos; campeonato de mus; pasacalles; bailables; juegos infantiles; un concierto del Trío del Humo; y una exposición de fotos del pueblo por ‘Ediciones de la era’.

Para Esther Pascual, otra de las vecinas del pueblo una de las reivindicaciones más necesarias es tener un agua de boca de calidad. “Es el único pueblo en El Valle que no tiene depuradora y la calidad del agua no es la más adecuada”, cuenta. El tema de las basuras también es importante. “Tenemos que hacer más de un kilómetro para llevar la basura al contenedor más cercano, la gente ya se lo ha tomado como un ejercicio diario pero hay personas que por diferentes motivos no pueden andar tanto”, cuenta.

“Mucho se habla de fijar población pero si en una aldea en la que cada año hay unos poquitos más habitantes no les das las condiciones  mínimas para vivir, es imposible que nadie quiera quedarse a vivir”, asegura.

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