Vivir en el mundo rural no siempre es idílico. En la mayoría de los casos, los vecinos encuentran complicaciones que los que viven en ciudades no pueden comprender ni entender. Entre los principales está la escasez de determinados servicios. Casi ya no quedan oficinas bancarias, es difícil ver una farmacia en ellos, los bares escasean o tienen problemas para subsistir y no siempre están a mano los productos más básicos para vivir.
Para solventar este último, desde el Gobierno de La Rioja y dentro de los dieciséis proyectos que se aprobaron a mediados de febrero para reactivar la vida en el mundo rural, uno está dando ya sus últimos pasos para ser una realidad.
Bajo el nombre de ‘Vivo rural pero dispongo de todo’, la empresa calagurritana Manantial de Ideas propuso al gobierno regional la colocación de diferentes tótems que pretenden unir más la relación entre los vecinos de estos pequeños municipios y los comercios de localidades cercanas más grandes. La idea es que puedan acceder a productos de los que no disponen en los comercios que hay en sus municipios, en la mayoría de los casos productos frescos que llegan como mucho una vez a la semana o que hay que bajar a comprar al municipio más cercano.
De momento, ya se han colocado un total de quince tótems y está previsto que en los próximos días se puedan instalar cinco más. El proyecto se ha vertebrado en tres cuencas: las del Jubera, Leza y Alto Cidacos. Siempre en municipios de menos de 300 habitantes. Las máquinas ya son parte del mobiliario de algunos de estos pequeños municipios desde hace semanas pero pocos saben aún ni cómo se utiliza ni cuándo se pondrá comenzar a comprar en ellos.
“Nos los trajeron hace más de un mes pero aún no los han puesto en funcionamiento”, cuentan desde el Ayuntamiento de Santa Engracia, donde han colocado el tótem del municipio. “Lo ideal es que hubiese estado para el verano que es cuando hay más gente en el municipio y cuando los jóvenes de las familias pueden explicarles a los mayores que están aquí el resto del año cómo funciona”, dicen desde allí. No tienen tienda y todo pasa por acudir a Murillo a comprar. “Nos vendría muy bien algo así, si la gente se acostumbra puede ser un servicio muy bueno”, reconocen.
Carlos Lázaro, de Manantial de Ideas, explica en qué consiste concretamente el proyecto. “Los tótems los hemos ubicado en bares, en ayuntamientos o en asociaciones para que además de crear una sinergia con ellas, la gente se acerca allí y ya se toma un café o un vermú. La idea es que la gente pueda adquirir a través de estos tótems los productos que necesiten y poderlos tener al día siguiente allí mismo”, detalla. De momento se están centrando en los productos frescos: pan, pastas, agua, carne, pescado… pero si el proyecto funciona existen posibilidades de ir más allá. “Estamos pensando en productos de parafarmacia, destinados a los más mayores…”.
El proyecto además permite aumentar la clientela de municipios algo más grandes pero cercanos. “Los proveedores los estamos buscando en municipios como Murillo en el caso del Valle del Jubera y de Ocón, Villamediana en el del Leza y Arnedo en la cuenca alta del Cidados, la idea es que el territorio más cercano se vea beneficiado por el proyecto”, dice.
Aunque quince de estos tótems ya están colocados y cinco se colocarán en los próximos días, aún no se han puesto en funcionamiento. “Estamos ultimando los detalles, lo que más nos está costando es la negociación con los proveedores y es lo que nos está retrasando la implantación del proyecto. Incluso hemos pensado poner nosotros mismos el servicio y subir el producto a los municipios para que salga más rentable a los proveedores”, explica. La idea es que sea a lo largo de las próximas semanas.
El tótem es una máquina táctil en la que de forma muy sencilla se pueden adquirir los productos. “Lo hemos hecho muy intuitivo para que las personas mayores no tengan ninguna dificultad a la hora de comprar”. La compra es sencilla y se paga con tarjeta de crédito, al día siguiente se recibe en el lugar donde esta ubicado el tótem.
Nuria Bazo, directora general de Desarrollo Rural, ve con buenos ojos este tipo de iniciativas. “Lo mejor que podemos hacer por los territorios rurales es favorecer la igualdad en el acceso a los productos y servicios que están a nuestro alcance en la ciudad”, asegura. El objetivo de su Dirección General es “estimular y respaldar la generación de nuevas soluciones a los retos de siempre del medio rural con la tecnología como aliada”. Lo tiene claro: “la voluntad que nos mueve es mejorar la calidad de vida de las personas que viven en nuestros pueblos. Nuestro propósito es lograr que el medio rural sea un territorio de elección para desarrollar un proyecto personal, de vida y de trabajo, y eso empieza por contribuir a que en los actos cotidianos, como el ir a la compra, se puedan realizar con la misma comodidad y facilidad de elección en el pueblo y la ciudad”, asegura.
Una apuesta ligada a las nuevas tecnologías que tiene como principal objetivo acercar todos esos servicios que un día se alejaron de los municipios más pequeños de la región.
