Adolfo Nájera recorre las fincas de peros que tiene en Rincón de Soto y calcula que para mediados de agosto, entre el 15 y el 20, podrá dar comienzo la cosecha de la pera conferencia. Por lo que quedan semanas determinantes para el resultado final. “La floración vino tardía en fechas, al igual que en el resto de frutales, pero las temperaturas de mayo volvieron a adelantar el ciclo, así que hemos recuperado el calendario habitual”.
Este agricultor y presidente de la SAT Valle de Rincón asegura que esta zona se ha librado de los episodios de enfermedades y plagas. “Hay una gran sanidad en campo”. Ya en su día salvaron los hielos de abril, evitando que estos interfirieran en el cuajado de la planta, así que el desarrollo del peral sigue su curso “bastante bien”.
El temor se asienta ahora, sin embargo, en unos termómetros disparados que no dejan de escalar posiciones y que dejan a la fruta agonizando. “Estos calores amenazan con provocar un parón en el crecimiento del fruto porque el árbol al final acaba mirando por su protección y estos calores provocan una gran evaporación en la hoja, por lo que el frutal reduce el sistema de respiración para no agotar sus reservas de agua”, explica.
Toca, por tanto, echar mano de las armas de riego necesarias para conseguir que la humedad relativa no descienda lo suficiente y perjudique al fruto. Actuaciones que deberán ser precisas y guardar un equilibrio porque un exceso de humedad en un escenario térmico como el actual puede provocar el efecto contrario al deseado.
Buenas expectativas
A pesar de ello, a un mes, aproximadamente, de comenzar a portar barcas de madera en los pequeños remolques entre las filas de perales, las sensaciones que respira el agricultor son optimistas en términos generales. “Viene buena cosecha en producción, aunque todavía sea prematuro calcular en relación al año pasado. En cuanto a calidad, tampoco se conoce, por ejemplo, el nivel de grados brix , la concentración de azúcares en la fruta, o penetromía, que mide la dureza, pero el aspecto externo es bueno”, indica Nájera.
Mientras tanto, continúan las labores de aclareo en el campo, una tarea clave para conservar la calidad de la pera conferencia, desechando las frutas que no alcanzan los parámetros correctos para dejar vía libre a las que crecen lustrosas para conseguir ese último engorde. Pero entra en juego otra variante: la mano de obra.
Nájera asegura que para realizar el aclareo no requieren de trabajadores adicionales, pero están expectantes ante lo que ocurra de cara a la recolección. “En otras zonas más adelantadas, como Aragón o Cataluña, ya han notado esa falta de mano de obra, así que habrá que ver cómo se desarrolla nuestra campaña”.
