La Rioja

La pesadilla del verano: largas listas de espera para obtener el carnet de conducir

Los exámenes no siempre acaban al finalizar el curso académico: cientos de jóvenes aprovechan cada verano para sacarse el carnet de conducir o, al menos, intentarlo. Y es que a la llegada del mes de julio es muy común escuchar entre las conversaciones de los adolescentes: “Este verano me saco el carnet, teórico y práctico”.

Las autoescuelas comienzan la época estival con una alta demanda de jóvenes entre 18 y 25 años, demanda que se ve afectada por el tapón de listas de espera que arrastra el sector desde hace años. Este tapón, además, se ve incrementado cada año, ya que la Dirección General de Tráfico (DGT) de La Rioja, históricamente, cierra dos semanas de verano. Un periodo vacacional en el que los siete examinadores riojanos suspenden los exámenes que se pudieran realizar en estas fechas.

Muchos universitarios aprovechan la vuelta a casa, a su ciudad, para presentarse al examen de conducir. Gonzalo es uno más de estos cientos de jóvenes riojanos. Estudia en la Universidad del País Vasco, en Bilbao, y reside durante el curso académico en la capital vizcaína. Sin embargo, pasa el verano en Logroño; y, aprovechando su período vacacional, pretendía sacarse el carnet de circulación de vehículos. 

“Llegué a Logroño a finales de mayo. No lo pensé dos veces, ese mismo día me presenté en la autoescuela para apuntarme y comenzar con el examen teórico. Pensaba: “Este verano me lo saco, tengo tres meses, junio, julio y agosto”. Mi profesor ya me adelantó el primer día que estos meses podría examinarme del teórico, pero del práctico que me olvide hasta el año que viene”.

Irene, sin embargo, ya cuenta con el examen teórico aprobado. La joven estudia en la Universidad de Navarra y reside en Pamplona durante el curso académico. Por ello, quiere acelerar el proceso ante la inminente llegada del mes de septiembre. “No me han confirmado fechas, pero espero poder examinarme a finales de agosto o principios de septiembre. Me gustaría poder irme en septiembre a Pamplona ya con el carnet aprobado, me quitaría un peso de encima”.

“La situación es desesperante. La mayoría de los jóvenes, sobre todo estudiantes, queremos sacarnos el carnet de conducir en verano, pero sólo nos encontramos obstáculos en el camino. Necesitamos una solución cuanto antes, de lo contrario, este tapón no parará de crecer con el paso de los años”, concluyen ambos jóvenes.

Las autoescuelas, por su parte, poco pueden hacer. Las largas listas de espera que arrastran desde hace años no dependen directamente de ellos. Cada autoescuela cuenta con unas plazas limitadas tanto de profesorado como de personas que pueden llevar a examen.

“Oficialmente son 2.225 personas en listas de espera en La Rioja. Personas que ya han aprobado el teórico y se encuentran a falta del práctico”, explica José Antonio Rodríguez Pin, presidente de la Asociación Riojana de Autoescuelas y gerente de la autoescuela DPin de Logroño. “Ahora mismo se examina cada 6 días hábiles, lo que supone un total de 230 alumnos examinados por ciclo. Es una cifra bastante alta”, insiste.

Para este verano, la Dirección General de Tráfico cuenta con siete profesores, pero sólo cinco de ellos examinarán durante todo el mes de julio y agosto, a excepción del histórico período vacacional, que comprenderá la última quincena de julio. “Este año estamos muy bien a nivel de profesorado. Además, Tráfico ha añadido un itinerante, que estará examinando entre mayo y noviembre. Otros años hemos tenido menos profesores”, explica Rodríguez Pin.

El ‘tapón’, explica, deriva de tres problemas que afectan directamente en el incremento de las listas de espera. En primer lugar, la pospandemia ha aumentado la demanda de personas que quieren sacarse el permiso de conducción. “Durante dos años el sector se ha ralentizado bastante. Había gente con mucho miedo al COVID-19 que no quería sacarse el carnet de conducir”. Además, las autoescuelas necesitan de profesores que puedan preparar a más alumnos.

Para poder dar clases en una autoescuela es requisito indispensable estar en posesión del correspondiente certificado de aptitud de profesor de educación vial que emite la DGT. Estas ‘oposiciones’ sólo se realizan una vez al año, lo que dificulta la existencia de profesores. Por último, lo ideal sería que los siete examinadores pudieran realizar exámenes durante todo el verano para avanzar con el tapón. Además, existe una alta deficiencia de personal administrativo en la Jefatura Provincial, problema que se añade a los mencionados anteriormente.

De esta forma, un verano más son cientos los jóvenes que no conseguirán su reto veraniego y que en septiembre añadirán su nombre a una lista de espera que parece interminable. Las autoescuelas se ven incapaces de dar una fecha a corto plazo a sus alumnos. El problema parece que perdurará en el tiempo o por lo menos hasta que se reduzca poco a poco la demanda y la prisa de los jóvenes por aprobar.

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