Agricultura

Primeras cebadas en el granero de una cosecha mermada

Primeras cebadas en el granero de una cosecha mermada en un 20 por ciento en el cereal riojano

Los pronósticos de los labradores se han cumplido cuando aseguraban que esta cosecha vendría con pérdida de peso específico en los cultivos de cereal. Las cebadas más tempranas ya han entrado al granero de las cooperativas y los análisis así lo ratifican.

Luismi Ezquerro es responsable del almacén Garu en Ausejo, donde llevan apenas una semana recepcionando cereal, y calcula que este año habrá una merma de producción de en torno al 20 por ciento. “Sobre todo en las cebadas tardías y trigos que no han podido acabar bien el ciclo, porque aquella semana de mayo de fuertes calores se llevó mucha cosecha por delante. Mientras, las más tempranas ya estaban casi hechas para entonces, así que no muestran tanto daño”.

Lo habitual por esta zona de La Rioja Baja es sacar unos rendimientos de entre 3.500 y 4.000 kilos por hectárea, 5.000 en los años buenos. Esta campaña, asegura Ezquerro, apuntaba a unos 6.000 kilos/hectárea viendo la presencia de algunas cebadas tempranas allá por el 10 de mayo, pero todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

Por contra, “sorprende la calidad que traen estas cebadas tempranas, que están llegando con un buen peso específico de 63 de media, aunque era un año para haber alcanzado los 68 tal y como venía el año”. Pero el responsable del almacén de Ausejo estima que para final de campaña “la cifra podrá rebajarse hasta los 60 por la presencia que tienen las parcelas todavía por cosechar, porque se blanquearon demasiado rápido y eso no es bueno”.

Ese parón en el desarrollo de las espigas ha dejado granos pequeños que no han alcanzado la madurez adecuada. “Granos vanos, lo que se conoce como lengua de pájaro porque el grano se queda seco y mermado“. Esta vez la campaña también ha venido adelantada, “unas dos semanas aproximadamente”, calcula Sergio Gutiérrez, que el años pasado arrancó la cosechadora la última semana de junio. Este agricultor de Corera ya nota cómo el remolque va más ligero que la temporada anterior: “El calor y la falta de lluvia lo han arrasado”.

Y en cuestión de precios, pocas alteraciones en los mercados. Las últimas liquidaciones de la cosecha de 2021 que ha hecho la Cooperativa Garu de Ausejo durante la segunda quincena de mayo mantienen esa tendencia de precios altos registrada desde comienzos de año: “La cebada, a 58 pesetas (348 euros/tonelada) y el trigo, a 60 (360 euros/tonelada)”.

Aunque las lonjas continúan con estas elevadas cifras, todavía no hay precios fijados para la nueva campaña. “Esta es una situación que puede cambiar en cualquier momento, porque si mañana Rusia anuncia que da salida al cereal retenido en Ucrania, automáticamente caerán los precios”.

Y mientras el sector se enfrenta a precios nunca vistos, pero también son históricos los costes de producción. “Así que como se dice, lo comido por lo servido. Ahora la salvación para el agricultor está en que se mantengan los precios actuales para poder sufragar los costes, si no se dará la tormenta perfecta”, asegura Ezquerro, al tiempo que apunta a otro problema que sobreviene con cada cosecha: la falta de máquinas.

“Aquí no es viable un corte de más de seis metros porque el cruce de parcela a parcela está muy limitado e igual tienes una viña en medio, por no hablar de que la máquina igual no cabe ni por el camino. Ya hay dificultades para encontrar cosechadoras, pero también para que sean aptas para las pequeñas parcelas de esta zona”.

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