Los incesantes ataques de la fauna silvestre sobre los sembrados de cereal ha llevado el hartazgo de los agricultores hasta niveles insospechados. Aunque más allá del trigo y la cebada como manjares preferidos para los conejos, entre el menú que también saborean se encuentran los brotes de vid y los propios frutales.
Antonio tiene en Sojuela alguna finca de cereal barrida completamente. “Se la han comido al cien por cien. Lo que hay entre Entrena, Navarrete y Sojuela es un auténtico desastre. Hay una auténtica plaga que está dejando daños considerables, por no hablar de los sobrecostes en materiales para proteger los cultivos”, denuncia, quien ya el año pasado registró un 90 por ciento de daño en sus viñas de Sojuela por la fauna silvestre, según peritó Agroseguro.
Este agricultor de Hornos de Moncalvillo insiste en que el remedio para evitar esta situación es colaborar todos: “A grandes problemas, grandes soluciones. Por eso debemos trabajar en común unión cazadores, federación de caza, agricultores y administración para lograr que esto salga adelante”.
Así, ante las continuas apelaciones de las organizaciones profesionales agrarias a la administración para tomar como ejemplo las actuaciones de comunidades limítrofes, finalmente la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica habilitó un paquete de medidas para actuar ante la sobrepoblación de esta especie con el fin de aumentar el control de las poblaciones en La Rioja y disminuir sus daños en la agricultura. Entre ellas, la caza nocturna del conejo desde vehículos con focos y la formación para agricultores cazadores en el sistema por trampeo.
Campo de cebada comida por los conejos.
Casi dos meses después desde que la Administración informase acerca de esta nueva medida extraordinaria basada en un curso gratuito para capturas con trampas selectivas, esa formación llegará los próximos días 3 y 4 de junio. Una iniciativa, fruto del acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo regional y las OPA y que se pondrá en marcha de la mano de la Federación Riojana de Caza.
La actividad, de 13 horas lectivas de duración y cuyo aforo (20 personas) ya está completo, contará con un examen teórico-práctico cuya superación acreditará la capacidad de utilizar medios de control de animales para reducir los daños causados en cultivos por las especies cinegéticas. No obstante, desde la Federación aclaran que existe la posibilidad de ofrecer más cursos si la demanda es mayor.
Eduardo Cornejo, presidente de la Federación Riojana de Caza, aplaude toda iniciativa que implique tener más herramientas para combatir daño, pero lamenta que la entidad no haya sido tenida en cuenta para acordar la organización y gestión de esta formación mientras que sí ha sido demandada por la Consejería para impartir las clases a través de sus planes de formación. “Estas prácticas se van a ejecutar en terrenos cinegéticos, en cotos de caza, por lo que creo que deberíamos haber estado en esas reuniones para ser escuchados en cuanto a los métodos de aplicación de esta medida”.
Una cepa con brotes dañados por los conejos.
Por otro lado, más allá del retraso en la organización y preparación del curso, las OPA, que conocieron el programa de formación el pasado viernes, critican que se celebre “tan tarde, cuando están todos los agricultores metidos en plena faena de la espergura”. Además, no entienden que se haga en horario de mañana, hasta las 15:00 horas, “cuando la mayoría de planes de formación para este sector se hace por la tarde porque durante la mañana todos están más ocupados”, así que son muchas las críticas que ha despertado entre los agricultores interesados en participar, “y ya veremos cuántos pueden sacar dos mañanas libres para ello”.
Ante esto, Cornejo insiste en que la demora se debe a los requisitos y fases de aprobación que debe pasar el curso antes de anunciarse: “Se celebra todo lo antes que hemos podido porque se necesitaba de instalaciones y del visto bueno de la Administración. Al fin y al cabo, planificar un curso implica debatir la materia a impartir, informar de cómo y dónde se va a ejecutar…”. Será en una finca de Lardero propiedad del Gobierno regional donde se realice la parte práctica, mientras que las clases teóricas se impartirán en las instalaciones de la Federación.
En cuanto a la caza nocturna del conejo, la Delegación del Gobierno en La Rioja ha recibido 30 solicitudes de seis sociedades de diferentes municipios, habiéndose realizado hasta la fecha una decena y destacando haber “cumplido con su objetivo”. Sin embargo, el presidente de la Federación considera que esta práctica “está teniendo escasa ejecución” y apunta que “para que la caza nocturna sea efectiva debería haberse debatido más sobre las condiciones de actuación para evitar cualquier riesgo o accidente. Además, la clave está en considerarlo una actividad permanente para que sirva como una actuación preventiva, y no cuando ya se han cometido los daños, como ha ocurrido este año”.
Antonio es uno de esos agricultores cazadores que han solicitado el permiso para efectuar esta práctica cinegética, pero reconoce que no hay mucho interés por participar: “Implica muchos permisos y avisos, además de señalizar los caminos para que no pase nadie y pagar al guarda, así como el gasóleo consumido. Creo, aún así, que es una medida muy efectiva para el control poblacional del conejo aunque todavía no podamos evaluarla porque estamos empezando”.
Por otro lado, el presidente de la Federación Riojana de Caza considera positiva la autorización de la caza del conejo con perro cuando se abra la media veda en agosto, “una medida eficaz que ayudará a prevenir la expansión de esta especie de cara a la siguiente campaña, cuando empiece la brotación en primavera, estableciendo un control poblacional del conejo”.
