La Rioja

De Marruecos a La Rioja: el viaje a nado sin retorno de Mohamed

Mohamed C. ha logrado cumplir su sueño. Un año después de cruzar la frontera con Ceuta ya se encuentra en la Península para buscarse “una nueva vida”. Llegó a La Rioja hace apenas dos meses, cuando fue trasladado junto con cuatro compañeros desde la ciudad autónoma. Ahora, “por fin”, se siente “contento”.

Este adolescente, natural de Casablanca, fue uno de los cientos de menores que se lanzó al agua con tan solo 14 años cuando se enteró de que Marruecos daba libertad total para cruzar a España sin ningún tipo de control fronterizo o policial. “Fue muy peligroso, fue muy duro. Es muy difícil para mí recordarlo y cuando lo recuerdo me pongo a llorar. Vi en Facebook que la frontera estaba abierta y rápidamente preparé la ropa y me fui solo. Crucé para buscarme una nueva vida”.

Mohamed describe a la Cadena Ser aquellos recuerdos que el resto de la sociedad vivió a través de las imágenes que corrían como la pólvora por televisiones, periódicos y redes sociales. La crisis migratoria que se vivió entre el 17 y el 19 de mayo de 2021 en la frontera del Tarajal, en Ceuta, provocó la entrada de más de 12.000 personas, 1.356 de ellas menores. Una situación motivada por la apertura del paso entre ambos países que Marruecos provocó como respuesta a la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para curarse de coronavirus en el Hospital San Pedro de Logroño.

El joven Mohamed es uno de esos niños identificados, pero de los pocos afortunados que logró cruzar a la Península. El camino, aín así, no fue nada fácil. Cuando llegó a Ceuta  pasó tres noches durmiendo a la intemperie por miedo a ser expulsado por las autoridades españolas. Tres noches “solo y llorando”. Pero después, cuando fue atendido por Cruz Roja, su alojamiento pasó a ser el suelo de las famosas naves del Tarajal donde muchos menores intentaban dormir sobre estanterías. Luego llegaría un polideportivo de emergencia donde pasó varios meses antes de llegar finalmente al  Centro de La Esperanza.

“Nadie quiere quedarse en Ceuta, tienen que dejar pasar a todos a la Península, es lo mejor para que puedan buscarse la vida. Te pongo un ejemplo, si un día llama el rey de Marruecos y dice todos los niños fuera, esto puede pasar, es un poco duro”, relata. Este “miedo” a ser expulsados ha provocado que cerca de un millar de niños se hayan ido por su cuenta a la Península, “escondidos en los bajos de los camiones que se suben al Ferry, pagando por cruzar en moto de agua o en zodiaco o barcas”, detalla una abogada.

Mientras, 318 menores continúan bajo la tutela de la Ciudad Autónoma, según las fuentes oficiales y otros 55 fueron expulsados a Marruecos por el Gobierno español y el de la Ciudad Autónoma a pesar de la ley española y la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

Mohamed recuerda aquellas horas de tensión con el temor a ser devuelto a su país: “Me volví como loco, había venido aquí a trabajar y a buscarme un futuro y no quería volver otra vez a Marruecos donde sigo en contacto también con algunos de los que fueron expulsados ilegalmente por España el verano pasado, están fastidiados y tristes”.

El gobierno ceutí se queja, sin embargo, de que “nadie ha ayudado a Ceuta con la cantidad de menores que entraron el año pasado y que han seguido entrando, porque habría que sumar a los 273 niños y 27 niñas que han seguido cruzando a Ceuta desde que se cerraron las fronteras”, detallan. Estas fuentes señalan que “la situación sigue siendo inestable, mantenemos cuatros establecimientos de emergencias habilitados y prevemos que sigan llegando más”, advierten. Además, los técnicos expertos en el área del menor de Ceuta insisten en que con la reapertura de las fronteras, que se hará del todo efectiva a finales de mes, “lo normal es que muchos chavales vuelvan a intentar entrar como lo intentaban antes”, añaden.

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