Las Jornadas de Poesía en Español han comenzado este lunes con una alegoría sobre el viaje y la poesía en el marco de la antigua estación de autobuses de Logroño, donde cuatro poetas se han “encerrado” en las taquillas y han vendido poemas de forma ficticia.
Este ha sido el acto con el que han empezado estas jornadas que reúnen en Logroño a exponentes de este género en español, de un lado y otro del Atlántico. Juanma González, Francis Quintana, Paulino Lorenzo, Rafael Amilburu y el cubano Vicente Echerri han protagonizado esta actividad para iniciar las jornadas, que se han denominado “Verso 24”.
Estos autores han invitado a los asistentes, medio centenar de personas, a sumergirse en un ambiente melancólico y evocador a la par que íntimo, porque cada uno de ellos se ha encerrado en su propia taquilla e, incluso, han recreado en ellas su propio lugar de trabajo, en donde se sienten más cómodos para crear y leer, pero en esta ocasión con público.
EFE/Raquel Manzanares
La actividad se ha denominado ‘Viajero Inmóvil’ porque explora el tema del viaje como una metáfora de la vida, inspirándose en la rica tradición de la literatura clásica donde las epopeyas narraban las aventuras de héroes y heroínas en busca de su destino. Pero ellos han invitado a los asistentes a un viaje interno, de reflexión, explorando los obstáculos, anhelos y triunfos que conforman cada vida.
“El Ayuntamiento de Logroño nos propuso este espacio y hemos intentado ser originales, para que sea la gente la que se acerque a los poetas”, ha explicado a EFE el coordinador de las jornadas, Paulino Lorenzo, que también ha incidido en que “desde este lugar salía mucha gente de viaje y muchos se lo plantearían como un tiempo para desconectar, pero nosotros queremos plantear que sea al revés, un viaje para conectar”.
Porque, ha proseguido, “cuando viajas estás más atento, a otros cielos, a otros paisajes, a edificios” y “eso es también lo que hace la poesía, conectar con la realidad de una forma más profunda”.
EFE/Raquel Manzanares
Lorenzo ha admitido, en tono irónico, que “también hay un poco de humor negro en el poner a poetas a vender billetes en taquillas” pero “es una experiencia insólita que seguro que no va a volver a pasar, con lo que hay que ponerle un poco de humor”.
El coordinador de las jornadas espera que a lo largo de los próximos días “la gente que no lee este género se acerque a la poesía y lo haga de la mano de los propios autores”.
“Hemos querido poner en pie una metáfora clásica en literatura, que es el viaje como camino de vida, como tiempo”, ha explicado otro de los participantes, Juanma González, que ha destacado el que “en un lugar como esta estación también das lugar a que la gente se acerque más”.
Ha reconocido que “es raro verte dentro de una taquilla” pero “le daremos a cada uno su billete, pero lo importante es recitar para la gente y repasar nuestro propio viaje”.
El cubano Vicente Echerri ha introducido el acto con un texto sobre la lengua castellana y también ha asegurado que “es muy curioso ver a los poetas en taquillas, pero yo no vendería mi obra”, ha afirmado y ha destacado “el entusiasmo que hay en Logroño por la literatura, que es algo poco frecuente en estos momentos”
