En un momento en el que las ciudades se afanan en disminuir la presencia de vehículos a motor en la búsqueda de una movilidad más sostenible, la gran prioridad radica en que los peatones se sientan seguros al pasear por sus calles.
En ese contexto, el Ayuntamiento de Logroño trabaja para conseguir un objetivo claro: reducir el número de atropellos en la ciudad. La concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible ha proyectado la modificación, la mejora de la señalización y la nueva creación de casi una veintena de pasos peatonales de la ciudad, con el fin de mejorar la seguridad de las personas, crear plataformas peatonales, acortar los trayectos peatonales y mejorar los entornos escolares a través de nuevos pasos elevados.
En lugares donde ya estaban establecidos itinerarios peatonales se ha incrementado la seguridad elevando los pasos de cebra para obligar a los vehículos a reducir la marcha y, así, calmar el tráfico en la zona. Para muestra, el ejemplo de la calle Juan Boscán, donde se da continuidad al parque Rosalía de Castro. Otro ejemplo es la plataforma que une el parque Joaquín Elizalde y la Plaza de las Chiribitas.
* Desliza el cursor sobre las fotos para ver el resultado de las actuaciones.
Una actuación similar se localiza en uno de los enclaves más concurridos por las familias logroñesas: el Parque del Carmen. En su acceso desde la zona norte se ha elevado un paso peatonal que calma el tráfico para prevenir atropellos en un área con amplia presencia de niños.
Especialmente significativa es la apuesta por pacificar aquellas zonas próximas a entornos escolares y, en este sentido, una de las intervenciones más ilustrativas se aprecia en la prolongación de la calle Galicia con un paso peatonal elevado que cruza la calle Belchite y apacigua el tráfico en las inmediaciones del colegio Agustinas.
Agustinas no es el único ejemplo de cómo los entornos escolares se benefician cuando los pasos peatonales ganan presencia y volumen en sus alrededores. En la Avenida Doce Ligero de Artillería se ha reforzado la seguridad de los alumnos de Escolapios con la elevación del paso de cebra, que además aparece señalizado con colores vivos para alertar a los conductores de su proximidad.
También ocurre lo mismo junto al IES Cosme García, donde se ha realizado una doble intervención; por un lado, se ha creado un nuevo paso peatonal junto al centro educativo en la calle Club Deportivo, que facilita el tránsito peatonal desde el Parque de Las Gaunas; por otro lado, se ha puesto en marcha una gran plataforma junto a la puerta de entrada al instituto, en la calle Francisco de Goya, un lugar concurrido no solo por los estudiantes de este centro, también por los escolares del Divino Maestro y de los usuarios del Polideportivo Municipal Las Gaunas.
Estas zonas, convertidas ya en estanciales, se completan con mobiliario urbano y aparcabicis.
En este mandato, además, se han creado nuevos pasos peatonales en lugares tan concurridos como la Avenida de Portugal. Hasta la instalación del acceso peatonal al pasaje de Gran Vía, los peatones debían recorrer 250 metros para cruzar la calle por el sitio adecuado: bien a la altura de María Zambrano, bien a la de Daniel Trevijano.
Se trata, en definitiva, de situar al peatón en el centro de las políticas de movilidad en la capital riojana, además de incrementar la seguridad para que la ciudadanía elija trasladarse a pie siempre que sea posible y, de este modo, reducir las emisiones de CO2.
En el siguiente mapa puedes localizar los pasos de peatones que se han creado o modificado en Logroño para alcanzar esta meta.
