El Rioja

Clientes ‘monitorizados’ para una experiencia personalizada en bodegas

El nuevo proyecto impulsado por la empresa riojana JIG Digital busca captar y monitorizar el dato de los clientes de las bodegas para categorizar sus opiniones y preferencias en cuanto a los productos ofertados.

Gonzalo Ezquerro, director de proyectos en JIG, es uno de los precursores de esta actuación que surge desde la recogida de datos que ya se practicaba con otros trabajos en las diferentes bodegas. Concretamente, este proyecto, en el que JIG participa con Bodegas Franco-Españolas, Dominio de Queirón y Bodegas Riojanas como firmas que apuestan por la digitalización, es una de las ocho iniciativas seleccionadas por el Gobierno de La Rioja en el marco de las ayudas a proyectos colaborativos de innovación.

“Los sistemas de reservas enoturísticas ‘online’, el sistema de catas virtuales, la presentación de bodega, el e-commerce o tienda ‘online’… Actuaciones que suponen el punto de partida de este proyecto de monitorización del dato del cliente para enfocar el marketing al mundo del vino”, apunta.

Ezquerro explica cómo los inicios de este proyecto parte de la necesidad detectada, junto con el cliente de las bodegas, de “la cantidad de puntos de acceso o registro de usuarios que tienen estas empresas y la diferencia de acciones de marketing que deberían plantear para hacer un tratamiento adaptado a cada perfil. Una forma de trazar de manera más lógica, detallada y directa unas campañas aprovechando esa categorización del usuario”.

Porque no es lo mismo abordar a un cliente que realiza una compra vía web o a otra persona que acude personalmente a la bodega a realizar una visita y durante la cata que le ofrecen muestra su inclinación, por ejemplo, por los reservas. “Si hay una oferta cuyo envío es gratuito, igual no tiene el mismo sentido lanzarla a quien ha hecho la cata en persona que a quien hace compras ‘online'”, añade el director de proyectos.

Por eso JIG insiste que en las campañas de marketing generadas en base a los gustos y demandas de los clientes tienen que ser mucho más personalizadas a través de las valoraciones que lanzan vía personal en la bodega o vía digital, mediante los servicios ‘online’ de cata o tienda: “Se trata de tener un mayor conocimiento de cómo ha llegado este cliente hasta ti para luego ofrecer unas ofertas en base a sus preferencias de manera más eficaz”.

Ezquerro destaca que en esta herramienta hay un proceso de aprendizaje en el uso: “Al final el modelo de marketing orientado a los clientes categorizados va a depender de los resultados que arrojen estas actuaciones de marketing. Es decir, que el modelo irá evolucionando a medida que se vaya utilizando, por lo que se irá ajustando en función de los resultados obtenidos”.

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