El Rioja

La normativa de los Vinos de Municipio, a debate en Grupo Rioja

El etiquetado del vino es, en muchas ocasiones, pura magia. Obras de arte, mensajes o auténticos homenajes a una historia cuyo principal objetivo es ser atractivos para el consumidor y únicos en el mercado. Se trata de aportar elementos diferenciales que den a su vez información al público. Como es el caso de la mención de Vinos de Municipio, una normativa existente en Rioja desde 1999 que en 2017 fue revisada y actualizada por el Consejo Regulador, debido al creciente interés del sector por sumergirse en el origen y ahondar en el terruño del que emana ese vino tan especial.

Así, para que una botella pueda portar en su etiqueta la distinción de ser de un municipio, como “Vino de San Asensio” o “Vino de Quel”, ha de cumplir una serie de condiciones reglamentarias que, principalmente, se resumen en que ese vino emplea uvas procedentes de ese municipio y debe elaborarse, criarse y embotellarse en una bodega de ese mismo municipio. Sin embargo, Rioja contempla la excepción de usar hasta un 15 por ciento de uva procedente de términos municipales limítrofes, siempre y cuando se acredite que ese viñedo es propiedad del elaborador o al menos dispone de él en exclusiva por un periodo mínimo de diez años.

Una regulación que, tras su puesta en marcha hace cinco años, se encuentra ahora en revisión para su posible adaptación a las diferentes demandas de parte de la prescripción, como es el hecho de poder elaborar un vino en un municipio o zona diferente al lugar de donde provienen sus uvas y portar en la etiqueta el nombre del lugar donde se ubica el viñedo.

En este marco, la asociación bodeguera Grupo Rioja se encuentra estudiando este asunto para, en su caso, presentar una propuesta basada en la historia del Rioja, pero abierta a las nuevas demandas del mercado. “Grupo Rioja trabaja continuamente en proponer o revisar iniciativas en favor de una Denominación que siempre quiere mejorar”, remarcan.

Juancho Ansejo junto a Fernando Salamero, durante la jornada sobre los vinos de pueblo en Rioja.

Para ello, el 7 de abril ofreció una jornada a las firmas que componen la asociación, celebrada en Bodegas Franco-Españolas, en la que el experto en vinos y colaborador en ‘Elmundovino’ (del diario ‘El Mundo’), Juancho Asenjo, ofreció una ponencia para abordar la historia de los vinos de pueblo en Rioja. Desde aquellos vinos de cosechero de “calidad imperfecta”, hasta la llegada del Medoc Alavés en la década de 1850, que trajo la elaboración del vino de calidad.

“La diferenciación de pagos comenzó en el siglo XVII y, a partir del siglo XVIII, se empezó a incluir el nombre de los pueblos en las etiquetas de las botellas, aunque solo lo hacían aquellos municipios que gozaban de buena fama vinícola. Fue con el Catastro de Marqués de la Ensenada cuando se produjo un cambio fundamental, porque aportó todo tipo de información demográfica y estadística de las diferentes regiones”, apunta el periodista.

Para Asenjo, “la revolución no significa ruptura sino que se trata de poder renovar cosas recuperando conceptos del pasado”. Como es el caso de cambiar la denominación ‘Vino de Municipio’ por ‘Vino de Pueblo’, porque “esa sería la viejísima tradición, la verdadera historia”. Una modificación que también defiende Grupo Rioja, desde donde insisten en la importancia de “articular la personalidad de cada pueblo, pero sin crear una jerarquía piramidal”.

Un punto a favor en Rioja es la certificación de la uva, es decir, su trazabilidad, “lo que favorecerá la toma de decisiones posteriores si se llevan a cabo”. El escritor de ‘Elmundovino’ apuesta por “defender la identidad de un pueblo, pero sin atacar otras cosas”, y desmiente la idea de que una mayor información en la etiqueta genere confusión en el consumidor: “Todo lo contrario. El poder explicar un nombre, una zona, cada región y sus peculiaridades es sinónimo de riqueza”.

Juancho Asenjo, de ‘Elmundovino’.

Vinos de Municipio en Europa

Durante la charla, Asenjo emprendió un viaje simbólico por las diferentes zonas vitivinícolas europeas para entender el comportamiento de las diferentes regiones en materia de realzar el terruño, recapitulando las bases sobre las que se rige la normativa de cada una de ellas a la hora de etiquetar sus vinos procedentes de un municipio en concreto.

“Un gran ejemplo de vinos de municipio es Burdeos, donde el gran vino es el vino de pueblo y el precursor de esta diferenciación. Allí la normativa actual es que se ha de tener una bodega de elaboración en cada lugar donde se cultiva vid, con la posibilidad de usar uvas de pueblos colindantes (sin porcentajes). En ‘Champagne’, sin embargo, conviven ambos lugares en la etiqueta: el lugar donde se ubica la bodega y el de procedencia del viñedo. Allí las grandes casas compran uva de diferentes pueblos, así que tampoco tienen mucho interés en incluir el nombre del municipio”, explicó.

Sin salir del país galo, Borgoña destaca por su “gran permisividad”. Sobre esta famosa región, Asenjo recuerda que “el vino de municipio ha sido algo histórico, considerándose como el vino de máxima calidad”. En esta zona se puede elaborar vino de municipio, aunque la bodega se sitúe en otro lugar.

En el Piamonte italiano, Barolo cuenta con vinos vinculados al paraje, al municipio, al viñedo… pero no diferencian por calidad. “La misma bodega tiene pagos en diferentes pueblos, además de un vino comunitario que elabora en dicha bodega”. Mientras, en Barbaresco funcionan de diferente forma y únicamente se centran en poner la procedencia de esta zona.

Desde Alemania, conciben el factor pueblo como algo fundamental: “Defienden que cuanto mayor es el detalle del origen, mayor es la calidad. Marcan la identidad del viñedo del que proceden esas uvas, pero también pueden usar producción de diferentes pueblos. Eso sí, son muy cuidadosos en asegurar esa trazabilidad del vino de cara al consumidor”.

La jornada fue de sumo interés para las bodegas asistentes, en tanto que mostró diferentes opciones que permiten analizar si Rioja debe revisar sus criterios. En ese sentido, la Asociación siempre estudia con gran atención la región de ‘Champagne’, porque es la zona cuyo modelo comparte mayores similitudes con Rioja y aquella que tiene el precio de venta más elevado.

Para Grupo Rioja, una clara conclusión fue que se debería denominar ‘Vino de Pueblo’ (llamado actualmente ‘Vino de Municipio’), pero que no debe suponer una jerarquía cualitativa, ya que “los vinos de zona o de pueblo no tienen por qué ser mejores que los vinos de ensamblaje que caracterizan a Rioja sino una mención que permita expresar mejor el origen, la historia y la personalidad de cada vino”.

 

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