El Rioja

Rioja se posiciona al frente de la defensa del paisaje

Foto: Bodegas Sonsierra

El Consejo Regulador ha ratificado el manifiesto impulsado por el recientemente creado Grupo Operativo para la protección del Paisaje y Viñedo durante la sesión plenaria celebrada este lunes.

En él, el órgano se compromete a liderar el compromiso de sostenibilidad acordado por la totalidad de la industria. Este escrito establece una serie de actuaciones estratégicas que se consideran clave para lograr el crecimiento sano y sostenible del sector.

El movimiento, liderado por el bodeguero Álvaro Palacios, presidente de ‘Paisajes y Viñedos de España’ en colaboración con el Consejo Regulador, tiene como objetivo aunar el trabajo de distintas plataformas, asociaciones de bodegas y viticultores, para preservar el patrimonio vitivinícola y paisajístico propio de la Denominación y luchar contra la proliferación descontrolada de proyectos desproporcionados de infraestructuras de producción eléctrica y transporte de energía en el sector.

Así, este manifiesto supone un paso al frente en la firme apuesta por la sostenibilidad y la defensa del paisaje que hace la DOCa Rioja y busca alcanzar el máximo apoyo del sector vitivinícola nacional para lograr un avance significativo que garantice la preservación paisajística. El manifiesto busca adhesiones de las administraciones y de las organizaciones clave del sector. A continuación se expone el manifiesto completo:

El paisaje del viñedo español en peligro

Por su valor, su historia y su proyección internacional, el sector vitivinícola español, en toda su enorme y rica diversidad, constituye un patrimonio cultural, social, económico y paisajístico emblemático y fundamental para la sostenibilidad de nuestros territorios y el futuro de nuestras gentes.

El sector se enfrenta a una amenaza creciente: la proliferación descontrolada de proyectos desproporcionados de infraestructuras de producción de energía y su transporte, así como de actuaciones de carácter viario o industrial con consecuencias irreparables.

Estamos ante un riesgo real para nuestra viabilidad y supervivencia. La descarbonización de la sociedad y el impulso de las energías renovables no tienen que ser la excusa para poner en peligro nuestro entorno natural y agrario, la estabilidad de nuestras empresas y el sustento de miles de familias.

Proyectos solares que ocupan centenares de hectáreas; instalaciones eólicas con aerogeneradores de 200 metros de altura, líneas eléctricas de cientos de kilómetros y alto impacto; explotaciones ganaderas sin la previa meditación de su ubicación. Son, entre otras, las amenazas concretas que afectan nuestro medio natural y cultural.

Tienen una nefasta repercusión paisajística, medioambiental y visual, y hacen peligrar apuestas estratégicas fundamentales como la puesta en valor del origen de nuestros productos, la preservación de los medios rurales tradicionales y el desarrollo de la próspera tendencia al alza del enoturismo responsable.

Ante el desafío que supone introducir en nuestro ámbito, que es el de todos, un desarrollo paralelo y ajeno a nuestras realidades y oportunidades de crecimiento sano y sostenible, desde el sector vitivinícola consideramos esencial y urgente establecer una serie de actuaciones estratégicas en torno a los siguientes ejes:

1. Protección de los paisajes del viñedo español: Es necesario y urgente proteger la riqueza del viñedo para impedir ataques externos que supongan la devaluación absoluta del territorio vitivinícola. Apelamos a la responsabilidad de las Administraciones para fortalecer los marcos regulatorios que permitan blindar dicha protección y apoyen el desarrollo de alternativas de actividad económica sostenibles (ver punto 4). Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las estrategias comunitarias no pueden servir de pretexto para la especulación y los negocios invasivos a costa del deterioro de nuestro entorno.

2. Sensibilización del propio sector, de otros sectores de la economía y de la sociedad en su conjunto: Es fundamental concienciar al tejido productivo y al conjunto de la opinión pública para hacer entender los retos y peligros a los que se enfrenta el patrimonio vitivinícola.

Es necesario informar de las actuaciones en defensa del entorno y el patrimonio del viñedo español. Es esencial transmitir el mensaje de que nuestro sector genera riqueza, fija la población rural, protege el entorno y lo preseva para las próximas generaciones. Finalmente, es muy importante sensibilizar acerca de la oportuna oposición de nuestro  sector ante proyectos energéticos o de otra índole con impacto negativo sobre el medio ambiente, el paisaje y el futuro del viñedo.

3. Protección de los ecosistemas asociados a la viña: Nuestro entorno natural, tan valioso en sí mismo, es además el recurso esencial de nuestra actividad, por lo que su salud resulta fundamental. Una transición energética eficaz, eficiente y rentable sólo tiene sentido si a la vez contribuye a protegerlo. Reclamamos la máxima atención a su biodiversidad, a su equilibrio y a su preservación.

4. Fomento de prácticas sostenibles: El sector vitivinícola está comprometido con el desarrollo de prácticas respetuosas, como por ejemplo la implantación de la autogeneración energética en instalaciones bodegueras y almacenes agrícolas.

Apoyamos también el desarrollo de actividades complementarias que contribuyan a la sostenibilidad, como el enoturismo consciente de los valores naturales y culturales de los territorios del vino. Asimismo, nos emplazamos a reclamar a las Administraciones un marco más audaz y unas medidas mas beneficiosas para acentuar el carácter sostenible y de futuro de nuestras actividades.

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