Familia Martínez Zabala ha recogido el testigo de Grupo Faustino. Mismas personas y misma manera de hacer las cosas tras 160 años de historia, distinta marca para proyectarse a todo el mundo desde el corazón del Rioja. “El nombre quiere evocar nuestras fortalezas porque la familia es una de las partes más importantes, pero no sólo desde el punto de vista familiar como tal sino entendida como el grupo de personas que trabajamos aquí y todas con las que interactuamos: clientes, importadores, distribuidores, proveedores…”.
Lo explica Francisco Honrubia, director general de Familia Martínez Zabala, quien echa cuentas y le sale una familia con millones de integrantes. “Somos 250 trabajadores, pero si empezamos a hacer núcleos concéntricos… cada año vendemos 25 millones de botellas, así que esa familia se va extendiendo poco a poco”. La nueva marca del grupo, anclada en sus cuatro pilares (familia, viñedo, innovación y sostenibilidad), busca crear un entorno en el que las bodegas (Faustino, Campillo, Portia, Marqués de Vitoria, Valcarlos y Leganza) se puedan desarrollar de forma natural y ponerse en valor dentro del mismo portfolio de bodegas.
Familia Martínez Zabala, añade Honrubia, siempre ha tenido un carácter internacional. “Nuestra distribución llega a todo el mundo, incluso en sectores relacionados con el viaje como el travel retail. La marca tiene mucho impacto, mucha comunicación y la gente la identifica fácilmente”. Este año Bodegas Faustino ha entrado de nuevo en ‘The World’s Most Admired Wine Brands 2022’, que elabora anualmente la revista británica ‘Drinks International’ y donde sólo aparecen medio centenar de bodegas (nueve españolas). “Es el resultado del trabajo de muchos departamentos de la compañía: comunicación, marketing, enología… un respaldo al trabajo que hacemos”.
Ese trabajo se centra ahora en la implantación de Familia Martínez Zabala. “La idea estratégica hay que ponerla en marcha y dar su hábitat natural a todas las marcas del grupo”, indica, destacando que conseguir este “reconocimiento” conlleva un proceso de 160 años, pero que se puede perder en un minuto. “Hemos sido muy rigurosos con la calidad de los procesos y pioneros a la hora de comercializar y distribuir las marcas en el exterior. Eso hace que seamos una marca reconocida y global, aunque no nos quedamos dormidos con ello sino que lo cuidamos cada minuto y cada hora”.
Gran Faustino I
¿Es Familia Martínez Zabala una bodega de vinos clásicos de Rioja? Honrubia señala que se trata de una marca “clásica” porque lleva mucho tiempo en el sector, pero que sus vinos están actualizados. “Tenemos un elenco amplio de productos, unos con más volumen que otros, pero les dedicamos el mismo cariño y enfoque de calidad. Nuestro reto es seguir haciendo que nuevos consumidores sigan apreciando nuestros productos”. Y en esa línea llega Martínez Zabala Gallery, una selección de los vinos más exclusivos en los que el último en incorporarse es Gran Faustino I.
Un “tributo” al Faustino I, el gran reserva de Rioja más vendido en el mundo, que contará con una edición especial que se empezó a trabajar hace casi dos décadas. La añada 2004, cuarenta años después de la mítica añada de 1964, servirá sus “excelentes” uvas para esta nueva referencia. “Una edición más exclusiva y limitada del Faustino I para un momento de consumo más exclusivo y especial”.
Esto también refrenda el cambio del consumidor en los últimos años, según han detectado en el sector, más allá del terremoto provocado por la pandemia (dejó a la hostelería muy tocada y provocó un alto crecimiento del canal online). “El consumidor, cada vez más, está más informado, investiga más y cuida más lo que consume. Además, está más especializado y está dispuesto a comprar vinos de más calidad, pero también tiene expectativas más altas. Por eso tenemos que ser capaces de ofrecerlos”.
