La Rioja

“Hay que tirar más del producto de proximidad, valorarlo y pagarlo”

Roberto Vázquez se levanta cada mañana a eso de las seis para empezar una jornada laboral que no termina, en la mayoría de los casos, hasta las ocho de la tarde. Algunos días le da tiempo de ir a comer a casa, otros ni eso; se apaña con un bocata para no interrumpir la jornada. Es el día a día de muchos jóvenes agricultores que tienen decenas de hectáreas que cultivar. Desde hace muchos años la situación no es fácil para ellos. En el caso de Roberto ha tenido que dejar muchos de los productos que cultivaba porque las cuentas le salían “a rosarios”, pero ahora, con el incremento de los insumos, la situación se ha agravado hasta límites insospechados.

“Hay abonos que han duplicado el precio, otros que lo han triplicado y algunos que incluso es imposible conseguirlos porque no hay”, cuenta. Llenar el depósito de su tractor ahora le cuesta 180 euros “y si estás las ocho horas de jornada trabajando con él se los bebe en un día”, asegura. Además a eso se suma otros gastos que vienen derivados de “que las administraciones nos piden que seamos más modernos”. Y es que la maquinaria cuesta casi el doble que hace unos años.

Es claro al respecto. “No quiero ayudas, lo que quiero es que si mi lechuga vale 2 euros o 4 euros se ponga a ese precio y que se valore ese trabajo, pero si es que ni nosotros ponemos los precios de nuestros productos”, recalca.

La invasión de Ucrania y el aumento de los precios les está asfixiando. “Ya lo decía mi padre, en una crisis sube todo menos la comida”, recuerda y así ven cómo el incremento de sus costes es cada vez mayor y los ingresos siguen manteniéndose y las cuentas siguen sin cuadrar. Por eso conoce ya muchos casos que agricultores de toda la vida han optado por dejarlo. “La gente se marcha del sector a empresas grandes en las que cobran un sueldo y se dejan de quebraderos de cabeza”, asegura.

Así va viendo cómo hay cultivos que van desapareciendo con el tiempo. “Quedan cuatro ya que cultiven patatas, del tomate o el espárrago ni hablamos pero es que así es imposible sacar rentabilidad a los cultivos”. Él mismo ha optado por dejar alguno de los cultivos que tenía de toda la vida. “La hortaliza no es rentable, las he quitado para poner almendros, ya veremos si es mejor o peor pero es que lo otro era una ruina, no renta tener determinados productos”.

Reconoce que hay personas que están cogiendo esos cultivos que la mayoría de ellos han dejado. “A ver cómo les va pero a nosotros no nos salían las cuentas si haces todo como te lo pide la administración”, explica. Y es que las obligaciones administrativas están ahogando a agricultores como Roberto. “Viene la Consejería y te dice que con las hectáreas que llevas tienes la obligación de contratar a dos empleados, pues me sale más rentable cultivar la mitad, y así vamos perdiendo terreno y dependiendo de otros países para poder comer”, asegura.

Y ahí llega una de las claves de la situación en la que se encuentra España. “¿Me puede explicar alguien cómo puede ser más rentable traer cereal de Argentina o Brasil que cultivarlo en España? Que tenemos Castilla y León la mitad sin cultivar”, asegura.

También achaca el problema a la población en general. “A ver, que aquí en La Rioja la comida no va a faltar, ¿qué hacen arrasando los supermercados? Pues provocar que se incrementen los precios”. Por otro lado está el cambio de mentalidad en los últimos años. “La gente ya no tira del comercio de cercanía, prefiere pagar más por la alubia verde que viene de no sé donde que comer borraja que tenemos en esta zona en esta época”, explica. “Mientras no cambie ese concepto estamos perdidos, hay que tirar más del producto de proximidad, valorarlo y pagarlo”, dice. “Pero claro es que no hay tiempo para pelar la verdura, y quieres que te la den limpia y troceada y encima barata; si es que es imposible”.

Aún así, la mayor de sus quejas va para la administración. “Entre la burocracia y todos los mantenidos que no han trabajado en su vida se nos están comiendo los rendimientos del trabajo; que si los otros eran unos incompetentes, estos están a un paso de superarlos”, manifiesta como crítica generalizada. “No quieren macro granjas pero tampoco ganadores que tengan diez vacas porque no son modernos; la ganadería se la están cargando”, asegura. “Luego lloramos porque dependemos del grano de Ucrania pero si quieren no ha habido más que pegas para cultivarlo…” Y luego llegan las críticas a la PAC. “Que paguen por producción y no por tener fincas paradas, que somos el hazmerreír de Europa”, contempla.

Para los gobernantes locales también tiene su dosis de crítica. “Es que esto se traslada a todas las administraciones. En Calahorra llevamos meses para que arreglen el caballeen después de las riadas, el Manzanillo abandonado, La Rota que es la mejor tierra de la ciudad también abandonada pero tenemos dinero y celeridad para poner unas mallas en el Cidacos para que no crezca no se que especie invasora; es que esto es inaguantable”, asegura sin muchas esperanzas de que la situación mejore.

 

Subir