El Tribunal Superior de Justicia de La Rioja ha emitido este viernes la sentencia contra el parricida de Nájera, al que condena a 20 años de prisión como autor de un delito de asesinato, así como a diez años de libertad vigilada cuando abandone la cárcel y a una indemnización de 25.000 euros para cada uno de sus hermanos. En la sentencia, el magistrado ha aplicado la agravante de parentesco y la atenuante de alteración psíquica del condenado.
Un tribunal popular consideró culpable por unanimidad a José Javier R.G., acusado de matar a su madre, de 74 años, que padecía varias enfermedades, en junio de 2020 en Nájera, mientras se encontraba dormida en la cama en el domicilio en el que ambos residían y sin posibilidad de defenderse.
Inicialmente, el fiscal pedía la prisión permanente revisable para este hombre; mientras que la defensa solicitaba que esos hechos se consideren un homicidio o, de forma subsidiaria, como un asesinato o la libre absolución al aplicarle la eximente completa por alteración psíquica.
«Buenos días, he matado a mi madre» es la frase que transmitió el acusado al SOS Rioja tras haber asesinado a su madre y que obra en el veredicto del jurado y en la grabación telefónica de este servicio sanitario, que fue reproducida en el juicio, donde el propio imputado también lo ratificó y confesó que los útiles que le fueron mostrados -martillo, navaja y cuchillo- son los que empleó para acabar con la vida de la madre.
FOTO: EFE/Raquel Manzanares.
El jurado también ratificó el informe de la autopsia, que concreta que las heridas contusas que presentaba la mujer en la cabeza son compatibles con la acción de un martillo y que fueron unas lesiones anteriores a la del cuello, cuya herida incisa, con el cuchillo, le provocó la muerte de forma inmediata.
Igualmente, consideró probado que la víctima era una mujer con discapacidad física, con diversas patologías, que la mantenían prácticamente encamada todo el día, debido a su obesidad, hernia discal, poliartrosis y prótesis en las dos rodillas.
También padecía una patología psicológica en seguimiento; era una mujer con una elevada vulnerabilidad y sin posibilidad de defenderse de ningún tipo de agresión y estaba «muy pachucha», como indicó el imputado en el juicio y consta en el veredicto.
FOTO: EFE/Raquel Manzanares
De acuerdo con la declaración del acusado, el jurado también consideró que los instrumentos utilizados para matar a la madre fueron utilizados posteriormente por él para autolesionarse. De hecho, uno de los agentes de la Guardia Civil que testificaron en el juicio, afirmó que se encontró al acusado en la entrada de la vivienda en un charco de sangre y que fue atendido por el personal sanitario desplazado al lugar de los hechos, según consta en el veredicto.
El jurado, además, ratificó que el acusado había tenido múltiples ingresos psiquiátricos con anterioridad a los hechos y tenía disminuida su capacidad de conocer y de querer, lo que fue ratificado por el forense en el jurado.
Durante el juicio, aunque en el veredicto del jurado no se mencionaba, el acusado aseguró que su madre le había pedido en varias ocasiones que acabara con su vida y reconoció que su intención también era suicidarse a continuación.
