La campaña de la vacunación infantil contra el COVID-19 arrancará el próximo 15 de diciembre con los niños de 5 a 11 años, que recibirán su primera dosis de Pfizer en colegios, vacunódromos, centros de salud y hospitales, según la comunidad, a la que seguirá una segunda separada por un intervalo de ocho semanas. Por el momento, La Rioja aún no ha dado detalles sobre la estrategia de vacunación para estos más de 20.000 jóvenes.
La Comisión de Salud Pública y las comunidades autónomas han dado luz verde este martes a la vacunación de los más 3,2 millones de niños de esa franja de edad, la que mayor tasa de incidencia de contagios presenta actualmente -que supera los 400 casos por cada 100.000 habitantes- para «disminuir la carga de enfermedad de este colectivo y la transmisión en el entorno familiar, en los centros educativos y en la comunidad».
En la decisión de los directores generales del Ministerio y las comunidades ha pesado la importancia de proteger a los pequeños «no solo de la enfermedad en su faceta aguda, sino también ante posibles afecciones a futuro y frente al síndrome de covid persistente», ha informado el Ministerio de Sanidad.
La de Pfizer es por ahora la única vacuna pediátrica autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) -que tiene previsto pronunciarse sobre la de Moderna este mismo mes- y está regulada solo para niños de 5 a 11 años, ya que por debajo de esa edad los estudios siguen en marcha.
El primer envío llegará a España el 13 de diciembre y constará de 1,3 millones de dosis, a las que se sumarán otros 2 millones en enero; Sanidad procederá a repartirlas de forma equitativa a las comunidades en función de la población diana y serán ellas las que establezcan «la modalidad» en la que se procederá a su inoculación, según ha señalado desde Bruselas la ministra, Carolina Darias.
Fuentes de su departamento señalan a EFE que, como recomendación general, la estrategia aconseja iniciar con los niños con inmunodepresión y otras vulnerabilidades para después priorizar en función de su edad, empezando por los más mayores, pero se ha dejado la puerta abierta a las autonomías para que la apliquen en función de sus características.
La vacuna infantil se dispensará en viales diferentes a los utilizados para la población adulta; la fórmula para niños no requiere de disolución y recibirán un tercio de la dosis que se le da a los adultos.
Además, a diferencia de ellos, los dos pinchazos no estarán separadas por 21 días, sino por 8 semanas, de acuerdo a lo que ha pactado la Comisión a propuesta de los expertos de la Ponencia de Vacunas, que estiman que ello contribuye a incrementar la respuesta inmune y a tener vacunados a todos los menores entre 5 y 11 años en un corto espacio de tiempo con al menos una dosis.
La propuesta «se fundamenta en la evidencia desarrollada en un país como Reino Unido, que ha implementado esta pauta» en adolescentes, y también en la logística, porque este intervalo «no se traduciría en una dificultad para seguir el proceso de vacunación» en aquellas comunidades que opten por vacunar a sus menores en los centros educativos, ha dicho a Efe el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas.
Aunque esta pauta «sorprendido un poco» al pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), Quique Bassat, quien ha recordado que desde el principio se habló de una separación entre dosis de 21 días y que así lo recomendó la EMA.
Pero tranquiliza afirmando que «es cierto que cuanto más amplio es el intervalo, mejor es la respuesta inmune», si bien también lo es que en la práctica se traducirá en un tiempo mucho mayor para tener a la población pediátrica correctamente vacunada.
No obstante, señala que «no hay urgencia y esto se puede hacer». «Ahora lo que nos interesa es vacunar rápido y tener a muchos niños protegidos porque de esa manera podremos controlar más rápidamente la transmisión», concluye.
Algunas comunidades ya han anticipado cuál será su estrategia: la portavoz del Govern, Patricia Plaja, ha anunciado que Cataluña empezará por los de 11 años, aunque aún no ha podido precisar la logística de esta campaña, que será voluntaria, en escuelas y posiblemente con cita previa.
Euskadi también comenzará por los más mayores: «Osakidetza está preparada para ello. Está en disposición de poder atender esta vacunación con seguridad y rapidez», ha dejado claro la consejera Gotzone Sagardui, quien ha explicado que debe conocer primero el número de viales que llegará y el criterio a seguir con los que se hayan infectado recientemente para informar al detalle de dónde y cómo se les vacunará.
Castilla-La Mancha tiene previsto comenzar en los centros educativos, a los que se desplazarán los recursos asistenciales necesarios, ha anunciado el director general de Salud Pública de la región, Juan Camacho.
Lo mismo Extremadura, que calcula acabar con los niños niños de 11, 10 y 9 años en los colegios antes del 22 de diciembre, para continuar posteriormente tras el regreso a las aulas. No obstante, también podrán vacunarse durante las vacaciones navideñas en los Centros de Salud.
Madrid optará por la autocita en la red de vacunación de los hospitales, sobre la que se informará más adelante, mientras que Asturias ha descartado desarrollar la campaña en los colegios y llevará a cabo la campaña en centros de salud y puntos de vacunación.
En Galicia comenzarán inmediatamente su administración, posiblemente en los centros de vacunación masiva, de modo que las consejerías de Sanidad y Educación trabajan conjuntamente «para hacer la mejor campaña de vacunación posible, en palabras de su consejero, Julio García Comesaña.
Andalucía arrancará su campaña pediátrica «preferentemente a nivel de los centros de salud», en horario de mañana y tarde y durante los sábado, a partir de la recepción de las primeras 260.000 dosis, avanzó ya la semana pasada.
El Gobierno confía en que la campaña pediátrica que está a punto de empezar sirva para «sostener la incidencia» sin necesidad de imponer más restricciones de cara a las navidades: vacunación y prevención con mascarilla o distancia, ha reiterado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, son las armas para luchar contra el virus sin tener que acudir a otras fórmulas que «pudieran coartar a sectores económicos».
Sobre la mascarilla ha dicho más: que «hay margen» para mantener más allá de final de año el IVA de las quirúrgicas desechables a un tipo superreducido del cuatro por ciento «si fuera necesario». «No hay ninguna decisión acordada, más que la voluntad o la constatación de que efectivamente el Gobierno ha tomado decisiones al respecto cuando ha habido que tomarlas (…) para atender las necesidades ciudadanas», ha concluido.
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