El Rioja

La vendimia desde el cielo: “Serán unos meses sin anomalías meteorológicas previstas”

Aldeanueva de Ebro (25/08/2021) | Foto: EFE/Raquel Manzanares

Los últimos coletazos de agosto van a dejar en La Rioja uno de los veranos más secos de los últimos años, con un mes de julio considerado “muy seco” por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), donde se registró un 14 por ciento menos de precipitaciones que en 2020. A falta de conocer cómo se desarrollará el último mes de la temporada estival, los recuerdos de lluvias que tiene el sector agrícola se remontan a las tormentas de junio, que dejaron huella en muchos cultivos. Algunas de ellas, irreparables.

Esas aguas torrenciales solo fueron un paréntesis en un periodo comprendido entre marzo y agosto considerado uno de los más secos de los últimos 30 o 40 años. Este estrés hídrico acumulado durante meses ha provocado un ligero retraso en el desarrollo vegetativo de la planta y, por tanto, en el comienzo de la cosecha, aproximadamente de una semana. En términos generales, todo apunta a que durante la última semana de septiembre y la primera de octubre se generalizará la vendimia 2021 en las tres zonas de producción de Rioja.

Ahora solo queda poner atención en la evolución del astro. Y es que la próxima semana se avecina una borrasca atlántica que entrará en la comunidad con flujo del oeste o noroeste. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que el martes comiencen esas precipitaciones, que se harán más acuciantes en la jornada posterior. “De cumplirse este mapa, estaríamos ante unas lluvias muy bienvenidas, en general”, apunta el delegado suplente de la AEMET en La Rioja, Peio Oria.

Precipitaciones previstas para el 31 de agosto y el 1 de septiembre.

Muy bienvenidas sobre todo para aquellas zonas en las que los tractores y remolques todavía esperarán un mes para salir al campo para portar la uva. Estas precipitaciones, cuya intensidad todavía está por determinar, darán un respiro a la vid, que podrá mejorar la calidad de sus bayas con una acidez más compensada.

Aunque todo dependerá de si son viñedos de secano o con regadío, o están ubicados en zonas altas y frescas. “Hay algunos que ya presentan síntomas de sequía porque no se han regado y ya comienzan a experimentar una exfoliación con la caída de las hojas secas. En estos casos, unos 20 o 30 litros vendrían muy bien para que se mantenga la masa foliar y evitar que la uva corra riesgo de coger azúcares por supuración”, señala desde la viña el asesor de campo David Castro.

Todo dependerá de cómo caiga ese agua y las condiciones térmicas que le acompañen, “pero lo cierto es que el viticultor siempre tiene miedo a las tormentas porque, o caen muy rápido, muy fuerte y en gran cantidad, o bien porque traen granizo”.

Peio Oria asegura que “para hablar más a largo plazo, habrá que esperar para ver lo que ocurre en las próximas semanas para determinar si esta falta de precipitaciones se convierte en una situación preocupante o no, aunque en La Rioja es muy habitual que durante el otoño se recuperen los niveles de agua perdidos antes”.

Haciendo una fotografía meteorológica más amplia, no se esperan grandes sorpresas para los próximos meses: “Los pronósticos a fecha de hoy indican que tanto las temperaturas como las precipitaciones estarán dentro de los niveles normales medidos en la estación de Agoncillo. Es decir, unas mínimas de entre 13 y 15 grados y máximas rondando los 26 o 28 grados en septiembre, junto con una media de precipitaciones de 25 litros. Para octubre, los termómetros podrán estar entre lo 8 y 10 grados de mínima y 17 o 19 de máxima, con unas precipitaciones que alcanzan los 30 o 40 grados en años normales”.

Aunque no se pueden descartar fenómenos adversos puntuale en este periodo, ya que esto no dejan de ser promedios a gran escala, Peio Oria pronostica que “será un año similar al anterior. Octubre se caracterizó por ser un poco más frío de lo habitual y con un nivel de precipitaciones común para esas fechas”.

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