Crisis del Coronavirus

Las enfermeras riojanas ven un “despropósito” en la celebración de fiestas

El Colegio de Enfermería de La Rioja ha considerado este viernes “un auténtico despropósito” la celebración de fiestas patronales o “no fiestas” en plena pandemia.En una nota de la que se hace eco Efe, las enfermeras lamentan que los políticos realicen sus programaciones como si la pandemia “ya estuviera más que superada”.

Consideran que “se debería suspender cualquier acto festivo que suponga una desorganizada concentración de ciudadanos hasta que no haya un 80 por ciento de la población riojana con las dos dosis de la vacuna”. La presidenta de este colegio, Elisa Elías, subraya que localidades riojanas que han celebrado sus ‘no fiestas’ en los chamizos, como Rincón de Soto o Alfaro, han despuntado con casos activos, lo que lleva a pensar en “un total olvido o relajación de las normativas que siguen vigentes” en el nivel 2. En este sentido, recuerda que no se recomiendan las reuniones con más de seis personas, se debe mantener distancia social, mascarilla y uso de hidroalcoholes.

Elías ha aplaudido la actitud del Ayuntamiento de Haro, que ha anunciado que no va a celebrar sus fiestas de septiembre, al tiempo que vuelve a reclamar la responsabilidad de los ciudadanos y exige a las autoridades que restrinjan al máximo posible las fiestas de este mes de agosto y las que están por venir en el mes de septiembre, como las de Logroño”.

UCI del Hospital San Pedro | Foto: Leire Díez

Las enfermeras recuerdan que hace unas semanas las enfermeras instaron a los ciudadano a vacunarse antes que disfrutar de las vacaciones y ahora piden a la sociedad que se olvide de las fiestas patronales de cada localidad. En este sentido, recalcan que ya han muerto en La Rioja por COVID un total de 812 personas, lo que supone que es como si hubieran desaparecido, prácticamente, las poblaciones de localidades como Ausejo o Briones.

Por todo ello, animan a los ciudadanos a que se olviden de fiestas y cada uno asuma su responsabilidad para ser más valiosos en la función social encomendada. “¿Podemos en estas circunstancias pensar en fiestas? Al Colegio de Enfermeras nos parece una broma de muy mal gusto”, ha concluido.

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