Crisis del Coronavirus

Consecuencias de la pandemia: ansiedad y tristeza en los jóvenes riojanos

Durante el confinamiento, las mayores dificultades que vivieron los jóvenes riojanos “estuvieron relacionadas con la adaptación a un contexto educativo totalmente distinto; y también señalaron como dificultad lo relacionado con la salud mental y los problemas de relación con los círculos personales de amistad”.

Así lo ha asegurado la gerente de Fundación Pioneros, Ana Ganuza, quien ha presentado el informe diagnóstico ‘Impacto de la COVID-19 en la Juventud de La Rioja’. Para su elaboración se han realizado 491 entrevistas entre mujeres y hombres de 15 a 29 años residentes en La Rioja, entre junio de 2020 y abril de 2021.

En cifras, sólo el 3% de jóvenes encuestados afirma no haber cumplido con la cuarentena establecida; el 67% dice no haber convivido con ningún caso positivo; y el resto, un 30%, señala que ha guardado escrupulosamente las medidas impuestas. Por el contrario, destacan como positivo durante la época del confinamiento el haber mejorado las relaciones familiares, el tiempo para la reflexión personal y las iniciativas solidarias de la población.

Siguiendo con el informe, el impacto en el ámbito educativo por la crisis de la COVID-19 ha sido y es muy significativo: una parte importante del alumnado manifiesta que los planteamientos y el trabajo con el profesorado les ha permitido adaptarse a las exigencias académicas. Sin embargo, otro amplio porcentaje, manifiesta haber encontrado serias dificultades al carecer de la organización adecuada o no tomarse medidas ajustadas a la situación que había en los diversos hogares.

En cuanto al ámbito laboral, el 37,8% de los encuestados han visto su vida laboral afectada por la emergencia sanitaria; 22,8 % señala la pérdida total de su puesto de trabajo, seguido de un 17,8% que alude haber entrado en situación de ERTE. A estos porcentajes se le suman un 12,2% de personas que alegan haber visto retrasados sus proyectos de incorporación al mundo laboral junto a un 9,4% que señala el retraso en sus proyectos de mejora de empleo.

En salud, se observa cómo la situación generada ha influido de manera importante en la salud emocional. Los y las jóvenes destacan que han pasado por momentos de ansiedad y tristeza que, unidos a la falta de práctica de deporte y a los malos hábitos alimenticios, han generado un estado emocional complejo que requiere de atención urgente y prioritaria. Por otro lado, el 59% de los encuestados manifiestan que el confinamiento no afectó a la convivencia familiar; el 21% se refiere de forma positiva a la situación familiar y un grupo del 19% expresa que la convivencia se ha visto afectada negativamente.

En cuanto a cómo la pandemia afecta a las relaciones sociales, hay claramente una división. El 56,6% de jóvenes manifiesta que existe continuidad, mientras el 43,4% restante, expresa que están cambiando. El 48,9% de encuestados señala que ha perdido relaciones anteriores, mientras el 51,1% dice no haber perdido relaciones con amistades o grupos en los que participan. Asimismo, es alarmante un 11,7% de encuestados que expresa que ha sido testigo o conoce casos de acoso o presión por redes sociales.

La mitad de las y los jóvenes plantean que han reducido sus relaciones afectivo-sexuales durante el confinamiento, el 15% menciona que tiene dificultades para mantener relaciones debido a las consecuencias del confinamiento. El 30% se siente ansioso por recuperar el tiempo perdido y un 55% de las y los jóvenes reflejan no tener cambios y seguir haciendo lo mismo que siempre.

En cuanto al ocio, las redes sociales han sido una de las mayores aliadas de los y las jóvenes para mantener relaciones y distraerse: hay un número considerables de jóvenes, que van desde los 15 a los 24 años, que manifiesta dedicar más 6 horas al consumo de ocio virtual, la franja que va desde los 25 a los 29 años consume mayoritariamente entre 1 y 3 horas. Las redes que acaparan la mayor parte del consumo son Instagram y WhatsApp.

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