La Rioja

Calahorra tira de ingenio para acabar con los orines de perros

Que los orines de los perros son una molestia para el resto de los vecinos de un municipio es más que evidente. En Calahorra, con más de 3.700 perros censados, se ha calculado que en un año los animales pueden verter 1,35 millones de litros de orina, una sustancia altamente corrosiva que provoca daños en el mobiliario urbano, en los jardines y en las fachadas de edificios.

Para tratar de remediarlo, El Ayuntamiento de Calahorra han invertido 23.000 euros en una campaña que tendrá varias actividades a lo largo del año. La primera será de concienciación, con la elaboración de un tríptico en el que se explica dónde pueden hacer sus necesidades los perros: sumideros de alcantarillado, bordillos de las aceras (evitando los coches aparcados), alcornoques de árbol sin rejilla  o en los espacios habilitados para el efecto.

Otras de las actuaciones previstas para estos días son cinco jornadas en las que un educador canino estará en el paseo del Mercadal (25 y 26 de junio y 2 de julio) y en la Valvanera (30 de junio y 1 de julio) enseñando a los dueños la mejor forma de conseguir que los perros hacen sus necesidades donde ellos determinen.

Pero la mayor novedad llega de la mano de la empresa calagurritana Genergy. Ellos han patentado el ‘Canem Cultum’; un urinario para perros que —a diferencia de otras patentes en España y el resto del mundo— ofrece tres ventajas principales. La primera es que es escamoteable, es decir, desaparece visualmente ocultándose con un elemento decorativo. Además es higiénico, ya que el poste de recepción tiene un ciclo de autolimpieza, los orines van directamente al alcantarillado. No genera olores ya que no acumula la orina. No hay riesgo de contacto con el poste de recepción, algo ideal para los niños pequeños. Por último su funcionamiento es hidráulico por lo que no necesita electricidad, esto lo hace más confiable, económico de instalar y seguro.

Así además, este urinario “tiene el objetivo de cambiar los hábitos de los propietarios de perros, para que a su vez puedan cambiar los hábitos de sus mascotas. Es por ello que el proyecto requiere de una sobresaliente actividad didáctica y pedagógica, que además deberá ser reforzada en el tiempo”, explica Rubén Losantos de la empresa calagurritana.

Así llevan más de dos años trabajando en el proyecto que ya está patentado mundialmente y que es sencillo de utilizar. “Lo importante es conseguir que nuestro perro llegue al urinario sin haber miccionado anteriormente en otro lugar”, explican “Todas las ideas, bocetos, diseños industriales, prototipos y ensayos han sido elaborados por nosotros y en nuestras instalaciones de Calahorra. La inversión hasta el momento asciende a unos 300.000 euros invertidos durante algo más de dos años”, comentan. 

Calahorra como ciudad pionera

Calahorra va a convertirse en la primera ciudad que instale esta solución calagurritana, y no por casualidad. “Desde la empresa siempre hemos tenido esa ilusión, incluso hemos terminado por ralentizar algunas otras candidaturas para que Calahorra y la Rioja sean el origen del proyecto”, explican.

Así, desde la empresa han ofrecido los dos equipos completos y sin ningún cargo.  El ayuntamiento de Calahorra —a través del parque municipal— ha llevado a cabo las obras de adecuación necesarias para su instalación. “Entendemos que este acuerdo entre la empresa y el ayuntamiento es altamente positivo para la ciudad, además de la solución en sí misma, creemos que esta acción tendrá una repercusión importante para Calahorra. Para nuestra empresa es también sumamente positivo, ya que conseguimos un escaparate ideal y un punto de aprendizaje practico y cercano para la evolución del proyecto”, comentan.

De momento esos dos urinarios están colocados en el Mercadal y el paseo de Valvanera con paneles explicativos. “Las tres primeras semanas estarán levantados totalmente para que los perros se vayan acostumbrando y luego ya el funcionamiento será el habitual”, han explicado.

Una idea calagurritana, un proyecto calagurritano y una puesta en marcha calagurritana para solucionar este problemas mucho más allá que en Calahorra.

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