Toros

‘Clarito’, el riojano que llegó a ministro… ¡siendo crítico taurino!

Riojano, republicano y ministro. Aunque en síntesis parece la biografía de Alberto Garzón, hoy vengo a hablaros de don César Jalón Aragón, más conocido como ‘Clarito’. La diferencia entre uno y otro es la pasión y el amor por la tauromaquia. Huelga dar más explicaciones.

Nacido en Nalda el 27 de septiembre de 1889, César Jalón fue empleado de Correos en sus años jóvenes, allá cuando se alistó en las filas del Partido Republicano Radical. Tras desempeñar el cargo de subsecretario del ministerio de Comunicaciones, pasó a dirigir la cartera del ramo bajo el mandato de Alejandro Lerroux en la II República. Hablamos del período comprendido entre el 4 de octubre de 1934 y el 6 de mayo de 1935.

‘Clarito’ alcanzó la fama gracias a su brillante y amplia labor como crítico taurino. Comenzó su carrera taurina en el semanario ‘The Kon Leche’ (Madrid, 1912 – 1916), una revista de marcado acento ‘gallista’, en la que la sátira y la tauromaquia iban de la mano. Su trabajo en esta revista pasaría un tanto desapercibido, pues los textos que recogía pocas veces venían firmados por sus autores.

Recalaría posteriormente en el diario ‘El Liberal’ (Madrid, 1878 – 1939), donde ‘Don Modesto’ dirigía la sección taurina del rotativo. Durante la primera década del siglo XX, Madrid anunciaba toros en sus tres plazas: la de la carretera de Aragón (que sería luego reemplazada por la de Las Ventas), la del barrio de Carabanchel y la del distrito de Tetuán de las Victorias. Mientras que en la primera solían celebrarse corridas de toros, en las otras dos se daban novilladas durante buena parte del año.

Aquel ‘Don Modesto’, que en realidad se llamaba José de la Loma y Milego, encargó a César Jalón que se ocupara informativamente de lo que aconteciera en la plaza de Carabanchel la tarde del 5 de abril de 1915. El encargado de aquellas narraciones, el doctor romántico Benisecrag, acababa de fallecer. De vuelta a la redacción, ‘Don Modesto’ quedó impresionado por la nitidez y certeza que de las apreciaciones de la tarde había tomado buena nota el joven César Jalón. De ahí que el jefe de la sección taurina de ‘El Liberal’ considerara oportuno que el texto se firmara bajo el seudónimo de ‘Clarito’. ‘Gabardito’, ‘Vernia’ y Mariano Montes lidiaron aquella tarde novillos de ‘Carreros’.

Primera crónica que César Jalón firma como ‘Clarito’.

‘Clarito’ tuvo la suerte de aprender al lado de uno de los críticos taurinos más importes de la historia. Llegarían luego Gregorio Corrochano o Antonio Díaz-Cañabate, pero ‘Don Modesto’ fue el primero en mezclar literatura y suceso y, por lo tanto, quien introdujo la crítica taurina en el bello arte de la expresión escrita.

Los revisteros taurinos, encargados de contar capotazos, entradas al caballo o pinchazos, tenían los días contados: acababa de nacer la figura del cronista taurino, quien echará mano de su ingenio, gracia y lucidez para ofrecer una visión general de lo acontecido en el ruedo y situar a toros y toreros en el lugar merecido por cada cual.

Fallecido ‘Don Modesto’ a principios de 1916, fue ‘Clarito’ quien se responsabilizó de la información taurina de ‘El Liberal’ hasta 1933, recogiendo el testigo del padre de la crónica taurina. Pudo contar así la rivalidad entre ‘Joselito’ y Belmonte o la llegada al mundo de los toros de Ignacio Sánchez Mejías.

La última actuación de ‘Gallito’ en Madrid, junto a Belmonte y Sánchez Mejías, víspera de la trágica tarde de Talavera aquel 16 de mayo de 1920, lleva la firma del riojano; los dibujos que acompañan la narración, la rúbrica de un Roberto Domingo en plenitud. ¡Casi nada!

La denuncia que ‘Clarito’ hace del toreo moderno y falto de emoción… ¡en 1920! bien puede extrapolarse al momento actual que atraviesa la Fiesta. Según su relato, las figuras de entonces habían entrado en las ganaderías para “quitar al enemigo el ímpetu, el vigor y las armas; el nervio, la carne y los cuernos“.

Fue aquella una muy mala tarde de toros, baile de corrales incluido, que la pluma del riojano dejó para la posteridad de esta forma: “Ayer habíase anunciado en los carteles una corrida de Albaserrada. Por la mañana, un avisito comunicó que los toros de Albaserrada estaban cansados del viaje, y en su lugar se lidiaron seis de Doña Carmen de Federico (antes Murube)…”.

Prosigue ‘Clarito’ que ‘Joselito’, increpado por una bella muchacha y habiendo recibido un almohadillazo, declinó muletear al primero de la tarde por indecente, debiendo pasar a la acción el puntillero: “Fue un puntillazo que tiró patas arriba todo el toreo moderno, poniendo de relieve la mentira del torear sin toro. Con ese mismo animalito que el puntillero finiquitaba sin ninguna precaución, arrodillado entre sus astas, los ases hubiesen epatado al concurso en provincias y aun en Madrid…”. ¡Cómo no firmar como ‘Clarito’!

El notabilísimo aumento de las ventas del rotativo los días que se publicaban escritos taurinos, permitió a ‘Don Modesto’ y a ‘Clarito’ mantener una imparcialidad exquisita. La tribuna de estos se financiaba por sí misma, sin necesidad de recurrir, como era práctica habitual, a aportaciones de toreros a los que luego nunca se podían afear sus tretas o malas actuaciones.

‘Clarito’ colaboró taurinamente en otros medios de gran relevancia, como ‘El Ruedo’, ‘Hoy’, ‘La Estampa’ y el diario madrileño ‘Informaciones’. Su pluma, audaz e ingeniosa, dio fe de su inmensa cultura tauromáquica. Su brillante prosa fue testigo de la obra artística de ‘Manolete’, Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, Antonio Bienvenida, Julio Aparicio, ‘El Litri’, Pepe Luis Vázquez, Diego Puerta, Paco Camino, Santiago Martín ‘El Viti’ y Manuel Benítez ‘El Cordobés’.

Uno de los últimos artículos de ‘Clarito’, en 1962, siempre preocupado por la integridad del toro.

Organizador durante muchas temporadas de la Corrida de la Prensa, el compendio de sus vivencias y su sapiencia taurómaca está recogido en sus obras Grandezas y miserias del toreoy ‘Memorias de ‘Clarito’’, de las que nos ocuparemos próximamente. Porque de ‘Clarito’ podríamos pasarnos días y días analizando y disfrutando sus textos…

Ejemplo de republicano y taurino. Era lo normal. La Fiesta vivía despolitizada y gustaba tanto a unos como a otros. La Peña 21 le descubrió una placa en la plaza de La Manzanera que decía: “La Peña 21 a D. César Jalón ‘Clarito’, ilustre escritor, riojano insigne y crítico taurino”. La piqueta acabó con ella.

Una cerámica en la madrileña Venta del Batán dedicada a su memoria reza así: “A César Jalón ‘Clarito’, cuyas críticas de gran sensibilidad y bella prosa magnificaron la fiesta y dieron autoridad y respeto a sus juicios. San Isidro MCMLXIII”. Y ese es todo el homenaje que ha recibido este riojano célebre, ilustre, poco conocido e injustamente olvidado. Falleció el Día de la Constitución de 1985.

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