Ponerse al volante de un coche a más de 300 kilómetros por hora 22 veces al año no está al alcance de cualquiera. Y cuando el objetivo es finalizar el Mundial de Fórmula 1 entre los dos primeros clasificados, los niveles de estrés se disparan aun más. Es por eso -y por la kilometrada que marca el calendario-, que algunos pilotos aprovechan para descargar tensiones entre prueba y prueba.
FOTO: Mercedes-AMG Petronas F1 Team.
Eso mismo ha hecho esta semana Valtteri Bottas, que ha elegido La Rioja como destino para desconectar tras su tercer puesto en el Gran Premio de España (en Montmeló, Barcelona) y recargar pilas antes de competir la próxima semana en el Gran Premio de Mónaco, el circuito urbano más clásico exigente del Mundial.
FOTO: Valtteri Bottas.
El piloto finlandés, escudero de Lewis Hamilton en Mercedes, visitaba Haro a principios de semana para conocer de cerca el universo del vino en las instalaciones de López de Heredia, una de las bodegas centenarias de la Capital del Rioja. La visita, como acostumbra Viña Tondonia cuando alguna celebridad se deja caer por la bodega, se desarrolló bajo la máxima discreción, aunque el piloto (aficionado también a la fotografía), ha compartido en sus redes sociales algunas de las instantáneas tomadas en los calados e instalaciones.
FOTO: Valtteri Bottas.
Bottas no estaba solo en su visita, ya que viajó junto a su pareja, la deportista australiana Tiffany Cromwell, que estos días participa con su equipo (el Canyon) en la Vuelta Ciclista a Navarra. De hecho, el subcampeón del mundo de Fórmula 1 no dudó en colgarse del cuello el macuto y repartir bidones entre las compañeras de equipo de Cromwell en la primera etapa de la prueba.
El piloto y la ciclista no solo se han dejado caer por Haro, sino que también han conocido de cerca otras bodegas como Remírez de Ganuza (Samaniego), además de hospedarse en el hotel María Cristina de San Sebastián.
