Además de con los pinceles, son muy características las fotos de Pablo Picasso en una barrera una tarde de toros. Lo más sorprendente, quizás, sea que muchas de esas imágenes fueron captadas por la cámara de Esteban Chapresto Gil, un logroñés que este próximo 3 de agosto hubiera cumplido cien años de edad.
Chapresto cubrió desde el callejón la información gráfica de la zona norte de nuestro país y de las más destacadas plazas francesas, colaborando con toda la prensa especializada en materia taurina, en especial con ‘Dígame’, ‘El Ruedo’ y ‘Aplausos’.
Con motivo del fallecimiento del genial pintor malagueño en 1973, el semanario ‘El Ruedo’ publicó un reportaje titulado ‘Picasso, el de los toros’, firmado por Mariano Tudela y jalonado por numerosas fotografías de Chapresto. Del citado reportaje, llama poderosísimamente la atención una cuartilla manuscrita entre el pintor y fotógrafo, cual WhatsApp del momento (10 de junio de 1957), y unos dibujos que Picasso dedica a Esteban Chapresto.
Chapresto: “¿Cómo se siente usted en Nimes, que dicen que es la capital de la ‘Tauromachie’ francesa?”
Pablo Picasso: “Pues casi como si estuviera donde tú estás y yo aún no, pero tan contento”.
Chapresto: “¿Le puedo captar con mi aparato fotográfico sus impresiones para ‘El Ruedo’?”
Pablo Picasso: “Sí”.
Esa misma tarde, Pablo Picasso le dedica al fotógrafo logroñés el dibujo de un toro musculado a y a la vez engalanado con pajarita, dispuesto a degustar un plato, posiblemente y por lo que se deduce del texto, de ostras:
Sería en mayo de 1958 cuando Esteban Chapresto se trajera para Logroño otro ‘picasso’, en el que seguramente fuera él el fotógrafo que aparece en un primer plano, durante la pelea de un toro en el caballo de picar en la lejanía:
Un nuevo picador en la realización de sus funciones sería otro obsequio de Picasso para su ‘amigo’ logroñés Chapresto en mayo de 1959:
Por su parte, Esteban Chapresto inmortalizaría puntualmente en aquellas ferias de Pentecostés del Nimes de los 50 a Pablo Picasso para la revista ‘El Ruedo’.
Sin que las fotografías del riojano llegaran a alcanzar la popularidad de las realizadas por el francés Lucien Clergue en el anfiteatro romano de Arles, junto a Luis Miguel Dominguín, Lucia Bosé o Jean Cocteau, plasman la afición del malagueño por la fiesta de los toros, el amor que sentía por su familia o la buena sintonía del pintor con integrantes de las peñas ‘Rondalosa’ o ’33,’ que visitaban la ciudad de Nimes con motivo de la celebración de sus fiestas de primavera.
Chapresto dejó para los anales de la historia, entre otras muchas, las siguientes instantáneas de Pablo Picasso:
En 1957, junto a su hijo, aplaudiendo a ‘Chicuelo II’.
Ese mismo año con peñistas logroñeses
En 1958 junto a su mujer Jacqueline Roque.
El homenaje que ‘El Ruedo’ rindió al genial pintor llevaba la firma del escritor, guionista y periodista Mariano Tudela, de modo que tres grandes de la cultura se reunían, como tantas veces, en torno a la fiesta de los toros.
Una breve semblanza de Chapresto recogida en la plataforma de difusión del Patrimonio Histórico Documental Español indica que “se inició como aficionado en la maestranza militar de Agoncillo como fotograbador. Como fotógrafo, algunas de sus miles de fotos que se han podido recopilar muestran postales de la ciudad de Logroño, imágenes de los toreros idolatrados y del mundo taurino, y de forma casi inédita, el descubrimiento de una de sus etapas en la que se dedica a la fotografía de la ciudad de posguerra, en la que todavía no se adivina un estilo claro, pero cuya intención comercial deriva hoy en un valor documental inigualable”.
