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El BM Logroño compite ante el Barcelona, pero queda eliminado de Copa

El BM Logroño ha caído frente al Barcelona (28-24) en los cuartos de final de la Copa del Rey. Los riojanos han salido muy mal, pero han reaccionado después. Muchas pérdidas (ocho en once minutos) y malas decisiones franjivinas durante el tramo inicial, corregidas más tarde. De menos a más, imagen notable en un encuentro de bajo tanteador, más ajustado de lo previsto. Pueden estar muy orgullosos los del Palacio de los Deportes de la imagen mostrada.

No ha habido partido prácticamente en ningún momento, pues los azulgranas han salido como un auténtico tren (5-1) y han arrollado a los logroñeses, aprovechando también sus errores. Miguel Ángel Velasco ha pedido tiempo muerto y a partir de ahí, ha llegado la reacción (8-7). A pesar de la poca diferencia en el marcador, las sensaciones de superioridad del bloque de la Ciudad Condal eran patentes. Goles casi por inercia y lanzamientos casi inhumanos, poco se puede hacer ante eso. Y en las gradas, un tope de 1.500 espectadores para dar colorido.

Los franjivinos querían mantener el tipo ante un conjunto que manejaba el duelo con cierta comodidad. Arreón, parcial de 4-0 y distancias otra vez restablecidas (12-7). Aun sin mostrar su mejor versión, los riojanos sí han conseguido no alejarse demasiado en el marcador (14-11, al descanso). El problema es que contra el Barcelona, ganar se convierte en una auténtica quimera. Desde 2012/13, llevan repitiendo trofeos de Liga y Copa de forma consecutiva. Delcio Pina quería evitarlo, con varios tantos de bandera para poner a los suyos en partido.

Foto: BM Logroño

Tras evitar el descalabro, el BM Logroño quería una dosis de emoción; hasta donde le dieran las fuerzas. Los franjivinos se dejaban la vida en el WiZink Center, con un Jorge Pérez muy acertado en detener siete metros. Los culés seguían por delante, pero no todo lo cómodos que desearían (17-15, minuto 43). Tiempo muerto de Xavi Pascual para intentar poner orden. Esfuerzo titánico de los riojanos para mantenerse en partido, con un nivel defensivo altísimo en el segundo tiempo. El Barcelona ha resuelto con ataques muy largos, al borde del pasivo.

Fe máxima en los pupilos de Velasco, plantando cara hasta el final y haciendo la ‘goma’. Dos, tres, cuatro arriba… así hasta el final. El 24-20 ha sentenciado la cosa. Todo para morir en la orilla, dando la cara hasta el final, pero con la sensación de impotencia ante un gigante. Hay demasiada diferencia deportiva y a los riojanos les toca centrarse en la competición liguera. La próxima cita será la visita a Bidasoa.

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