El Rioja

La viticultura en Rioja, una palanca de casi 8 mil millones de euros al Valor Añadido Bruto

La Rioja, solo por detrás de Castilla-La Mancha, es la comunidad que más Valor Añadido Bruto (VAB) nacional genera con su cultivo de la vid, con un peso del 0,7 por ciento, lo que equivale a 7.540 millones de euros. Este indicador hace referencia al valor añadido que recoge los valores de los bienes y servicios de un área económica concreta y a partir del cual se obtiene el PIB. Asimismo, el peso económico de la elaboración de vino en la región contribuye con otro 3,9 por ciento al VAB regional, a la vez que responde por el 15,5 por ciento del VAB nacional.

Así lo expone el estudio ‘Importancia Económica y Social del Sector Vitivinícola en España’, publicado esta semana por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE). Las conclusiones más destacadas son que La Rioja se sitúa también como la provincia con mayor superficie de viñedo dedicada a la vinificación (9,4 por ciento).

Por otro lado, el análisis realizado evidencia que “la mayoría de las empresas españolas dedicadas a la fabricación de barricas (tonelerías) están ubicadas en la DOCa Rioja y cuentan con mano de obra cualificada y con experiencia para dicha fabricación a partir de roble americano y francés importado”.

A nivel nacional, el sector vitivinícola español, como líder en superficie mundial de viñedo, tercer productor y primer exportador en volumen, genera un Valor Añadido Bruto (VAB) total del 2,2 por ciento del VAB nacional, lo que equivale a más de 23.700 millones de euros anuales. Además, su aportación económica a las arcas públicas es superior a los 3.800 millones de euros anuales y a su alrededor se crean más de 427.700 empleos de forma directa e indirecta.

En concreto, las exportaciones españolas de productos vitivinícolas superaron los 3.000 millones de euros el año pasado, situándose el vino en el ‘top 5’ de los principales productos exportados por la industria agroalimentaria española. Unos datos que lo sitúan como un sector que promueve el arraigo territorial y la capacidad para “ser generador de valiosos intangibles para el país, porque el vino no es solo un producto; es un atributo cultural”.

El presidente de OIVE, Ángel Villafranca, destaca: “Nos esperan años complicados en la reconstrucción de nuestro país y por ello se hace necesario continuar con los apoyos a este sector con la activación de nuevas medidas. Hay que luchar y pelear para que ninguna bodega tenga que cerrar. Debemos reestructurar el sector con madurez”.

Aspectos como el efecto del sector vitivinícola en el turístico a la hora de generar valor, así como fijar población y contribuir frente al reto demográfico son los que ponen de relevancia una “cadena de valor que involucra a una numerosa y diversa red de agentes”. En el caso riojano, el informe apunta a una evolución positiva de la población entre 1980 y 2020 del 25 por ciento. Asimismo, el pone sobre la mesa cómo las empresas y organizaciones del sector vitivinícola también son promotoras y partícipes de iniciativas de investigación e innovación en materia medioambiental.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, valora este estudio donde se remarcan las “posibilidades de crecimiento y futuro de los productores y el buen trabajo de la interprofesional para dar respuesta a los desafíos más inminentes que se presentan para un sector pionero y referente en innovación que avanza hacia un nuevo modelo de producción agraria”.

Así, aplaude la buena posición de la producción vitivinícola en materia de agricultura ecológica. “Esto va a suponer una ventaja a la hora de cumplir con las ambiciosas aspiraciones medioambientales de la nueva PAC y el Pacto Verde europeo. Hemos propuesto una ayuda básica a la renta para la sostenibilidad dirigida a todos los viticultores, tengan o no derechos de pago básico”, ha agregado.

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