Crisis del Coronavirus

La presión asistencial, a punto de alcanzar la ‘cresta’ de la ola en La Rioja

De todo lo aprendido sobre la pandemia, una de las enseñanzas más incuestionables versa sobre el modo en el que el COVID-19 ataca a nuestra sociedad. Por un lado está su capacidad de propagación, que se deja notar en los indicadores relativos a los contagios; pero por el otro está la presión asistencial derivada de esos positivos más afectados por el virus.

El sistema sanitario de La Rioja ha alcanzado este lunes un nuevo récord de carga hospitalaria, con 187 pacientes hospitalizados por COVID-19 en el Hospital San Pedro de Logroño y la Fundación Hospital de Calahorra, a los que hay que sumar otras 43 personas hospitalizadas a domicilio. Además, 36 personas se debaten entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Es ahí donde en estos momentos se libra una de las más arduas batallas contra el virus. La ocupación hospitalaria es preocupante y se sitúa muy por encima de los niveles recomendados por el Ministerio de Sanidad: con la planta del Hospital San Pedro al 88 por ciento de ocupación y su UCI al 66,6 por ciento. En cambio, lo peor está por venir y no tardará mucho en hacerlo.

Así lo ha asegurado este lunes el director de Asistencia Especializada del Servicio Riojano de Salud, Javier Pinilla, quien cree que la ‘cresta’ de la presión asistencial de esta segunda ola está próxima a llegar y, a partir de entonces, la situación se aliviará en los hospitales.

El doctor Pinilla apunta en declaraciones a TVE que “en este momento no estamos desbordados, pero sí a un nivel muy alto de nuestra capacidad asistencial”. Elogia la capacidad de superación de los profesionales del Seris, que “están dándolo todo, trabajando al 200 por cien de sus posibilidades”, aun acusando de forma notable “una fatiga evidente, al prolongarse esta situación en el tiempo”.

El director de Asistencia Especializada destaca el aprendizaje de los sanitarios sobre la pandemia como la clave para que la mortalidad de los enfermos más graves “se haya reducido de un 50 a un 20 por ciento” de la primavera a esta parte. Eso sí, todavía queda mucho por aprender sobre los efectos del COVID-19 en un horizonte más amplio: “Los pacientes de la UCI  que salen a planta lo hacen con secuelas, principalmente respiratorias, pero también a otros niveles. A medio y largo plazo veremos su posterior recuperación”.

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