La Rioja

Nueva protesta en Urgencias (van quince): “Estamos enfadados”

Concentración en Urgencias | Foto: IU Rioja

Otro lunes más. Ya son quince. Los trabajadores del Servicio de Urgencias del Hospital San Pedro han protagonizado una concentración frente a las puertas del centro sanitario. Aseguran estar “cansados” de decir que todo sigue igual. “No estamos tristes, no estamos desesperados, estamos enfadados”.

Y un anuncio. “Por todos estos problemas que se agrandan en vez de ser solucionados, seguimos con nuestras reivindicaciones”. Y como Mahoma no va a la montaña…, la próxima concentración será el martes 13 de octubre a mediodía frente al Palacio del Gobierno (Paseo del Espolón).

Concentración en Urgencias | Foto: IU Rioja

Comunicado

Estamos hartos de oír cada día que hay cuatro ingresados COVID menos, que la presión hospitalaria disminuye.

Nosotros somos Atención Hospitalaria y nuestra presión asistencial no disminuye. Nosotros somos el Servicio de Urgencias y atendemos urgencias y emergencias:

– Urgencia: situación en la que no hay riesgo inminente de muerte, pero se precisa atención en un lapso reducido de tiempo.
– Emergencia: situación crítica de peligro para la vida del paciente que requiere una atención inmediata.

Como ven, somos un servicio importante e imprescindible (como todos), pero nosotros atendemos a las personas en los momentos más críticos para su vida. Entonces, ¿por qué somos los eternos olvidados y maltratados por la Dirección, la Gerencia y la Consejería? ¿Por qué se refuerzan todas las unidades COVID del hospital y nuestra unidad no?

Somos Urgencias, somos Emergencias, pero también somos COVID. Todos nuestros pacientes son atendidos como COVID hasta el resultado de la PCR.

Quince concentraciones y no han podido rebatir ni una sola palabra de las escritas en nuestros manifiestos. Todo lo que decimos es verdad y todo lo que pedimos es absolutamente necesario para mejorar nuestro Servicio y ellos lo saben.

¿Por qué ese silencio ante nuestras demandas de aumento de plantilla? Insistimos en que no hemos pedido nada después de la pandemia que nos beneficiara a otro nivel que no fuera la mejora en la capacidad y calidad asistencial. Ni pedimos aumento de sueldo, ni días festivos.

Nos agradecieron nuestro esfuerzo con una botella de vino, un detalle, mientras en otras comunidades se les recompensó económicamente. Lo agradecimos y nada más hemos pedido.
Es fácil después de nuestro esfuerzo incansable, entender nuestro enfado ante este silencio. Nos hacen pensar que esta omisión no es sino una represalia a nuestras movilizaciones.

Hoy queremos detenernos en la categoría de enfermería, donde este enfado alcanza su máximo nivel. Se han reforzado todas las plantas COVID, pero nuestra “Urgencia COVID” curiosamente sigue sin ser reforzada, estamos muchas menos enfermeras y enfermeros que en la primera ola de la pandemia. Incluso contamos con una persona menos, de la plantilla anterior al covid, que ha sido exiliada al barracón.

Esta mermada plantilla aún se ha visto reducida en alguna ocasión en estos últimos días para traslados de pacientes en ambulancia a otra comunidad, cuando en todas las reuniones con Gerencia y Consejería se especificó que ésta era una solución que nunca se debería tomar. Desde el día 1 de octubre No vale la excusa de que no hay enfermeras para contratar porque han finalizado muchos contratos.

¿Por qué nuestra directora de Enfermería nos trata de esta manera?

En nuestra opinión nunca ha valorado el trabajo de sus profesionales de Urgencias y ahora lo está demostrando sin dejar duda alguna. No cuestionamos que sea una gran gestora muy apreciada por las “distintas gerencias”, pero se muestra como una mala defensora de esta profesión y de su personal.

De nada sirve que destituyan a la anterior supervisora si el imprescindible aumento de plantilla y refuerzos choca siempre contra la misma pared.

No podemos llegar a nuestra casa cada día con la dolorosa y desesperante sensación de no haber atendido a los pacientes con la calidad que los

riojanos y riojanas se merecen. Y por mucho esfuerzo personal que hagamos, dicha calidad sólo es posible con un número de enfermeras adecuado.

Tenemos dudas acerca de la eficacia del aislamiento de los boxes separados por metacrilatos y cerrados por cortinas que se lavan 4 veces al año, mientras a la hostelería se le exige la desinfección de mesas y sillas tras cada cliente.

Además, se está habilitando un espacio para acoger pacientes que llegan en ambulancia y que no pueden ubicarse en la zona de primera atención por falta de cama libre. Esta es una medida de maquillaje. De esta manera se ven menos ambulancias en la puerta de Urgencias y la foto es menos llamativa. ¿Quién atenderá a esos pacientes? Nadie hasta que pasen a la zona de camas porque estarán en un pasillo trasero fuera de la zona de atención y fuera del campo de visión de ninguno de los profesionales sanitarios. Nos parece increíble que los jefes de Urgencias permitan estas actuaciones en su unidad.

¿Algún día se darán cuenta de sus errores? Esperamos que sea pronto por el bien de profesionales y pacientes.

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